miércoles, mayo 1, 2024
    ¿Existe la literatura cuir escrita por mujeres [cuir]?

    Francesca Dennstedt

    ¿Existe la literatura cuir? ¿Puede la literatura cuir estar escrita por mujeres [cuir]? ¿Y por mujeres [cuir] mexicanas? Cuir, cuir, cuir: la paradoja del lenguaje performativo. Ya en 1986 en las Jornadas de Cultura Gay en el Museo del Chopo, Rosa María Roffiel lanzaba al aire la pregunta: “¿existe o no la literatura gay?”. La ociosidad de la pregunta llevaba un tono de denuncia: “eso de la ‘literatura gay” es un intento más por etiquetarnos, a nosotros ya de por sí tan señaladitos” dice, se queja, la escritora (Roffiel, 1987: 40). Más tarde, durante el I Encuentro de Escritoras Mexicanas en 1995, Roffiel vuelve a la pregunta: “¿existe la literatura lésbica mexicana?”. La denuncia permanece: la etiqueta no importa: la literatura lésbica mexicana es casi inexistente. Pero la pregunta pasa a tener un género y un territorio. La etiqueta se complica: la paradoja de lo cuir. ¿Existe la literatura cuir escrita por mujeres [cuir] mexicanas? ¿Y la cuiridad de la literatura? ¿Puede una cuirizar la literatura mexicana?

     

    Volvieron con más fuerza mis ánimos de escribir las joterías de Monterrey. Ratificar a Monterrey como una machorra closetera y a partir de ahí contar esta historia. Machorra Monterrey, Machorra yo. México se escribe con J. Monterrey con M de Machorra.

     

    Criseida Santos Guevara, La reinita pop no ha muerto.

     

    Lo cuir es esa tendencia a complicarlo todo cuya finalidad política creo yo es incomodar y provocar. Es la etiqueta destiquetada que señala la paradoja como espacio de acción política. Torcido, raro, extraño, estropeado: una cartografía de devenires cuir. Lo cuir hoy es –o tiene el potencial de ser– una posicionalidad afectiva de agenciamiento: espacios-críticos-desde-lo-colectivo-no-hegemónicos. Si a principios de los noventa, lo queer señaló la artificialidad de las categorías de género masculino-femenino, hoy lo queer/cuir no se preocupa [y ni la misma Judith Butler] de señalar o no identidades. Se trata de una desviación sentimental que busca retar a los sistemas hegemónicos, invitar a la desobediencia verbal, a recodificar los cuerpos y a desplazar territorios. En la mayoría de los casos, lo cuir atenta contra la heteronorma, y en los menos, contra el heteropatriarcado: que no es lo mismo sexualidades que géneros: Dorotea que Doroteo: ojos que da pánico soñar.

     

    Encuentro del todo intrigante que un personaje siga sosteniendo a lo largo del tiempo, aunque todavía dentro de un ataúd, que Dorotea o Doroteo da lo mismo. Mi Rulfo bien queer.

     

    Cristina Rivera Garza, Había mucha neblina o humo o no sé qué.

     

    Entonces, volvamos a la pregunta: ¿existe la literatura cuir escrita por mujeres [cuir] mexicanas? Lo cierto es que esta literatura no es inexistente. Y me atrevería a decir que nunca lo ha sido: una pequeña Marquesa de Sade, Josefina Vicens, Asunción Izquierdo Albiñana, Inés Arredondo, Leonora Carrington: cuir, cuir, cuir. Y, sin embargo, es difícil pensar en tres escritoras mujeres [cuir] representativas de lo cuir en la literatura mexicana. ¿Y en hombres [cuir]? Salvador Novo, Enrique Serna, Luis Zapata, Luis González de Alba, Carlos Monsiváis, Xavier Villaurrutia… De ahí la vuelta de tuerca a lo torcido y el regreso a la etiqueta: de género. Para cuirizar la literatura mexicana hay que revisar las estrategias que han mantenido a las escritoras al margen del canon. La literatura cuir tiene un género porque este género incomoda a los guardianes de la literatura mexicana: dicen que no es lo mismo Luis Zapata que Gilda Salinas: dicen que Conchita Jurado no es los estridentistas: dicen.

     

    Rebuscamos la confraternidad, desnombrar a “Femenino” y “Masculinidad”.

     

    Karen Villeda, Tesauro.

     

    Desde los noventa, se ha tratado de visibilizar la escritura de mujeres mexicanas: números-representar-restaurar-lo-dañado. Tarea crítica necesaria y bien intencionada que requiere de una inmensa paciencia. Pensemos: tres décadas, algunos nombres: Rosario Castellanos y Elena Garro. Nellie Campobello, claro. Amparo Dávila, Guadalupe Dueñas, Inés Arredondo: disputa. Una de las últimas antologías de literatura mexicana sobre un “deseo otro” incluye un total de cero mujeres [cuir]: el deseo otro solo puede escribirse por hombres [cuir]. Las mujeres [cuir] no tienen deseos otros. ¿Qué tan cuir es lo cuir en la literatura mexicana? Otra pregunta ociosa: heteropatriarcado. A mi ya se me ha agotado la paciencia.

     

    no existe el poema en que sor juana salió del clóset no existe el poema en el que plath se reconcilia con su padre no existe la canción en que juan gabriel usa las palabras coger mayate identidades queer

     

    Yolanda Segura, Estancias que por ahora tienen luz y se abren hacia el paisaje.

     

    En su afán de rechazar las etiquetas con la etiqueta, lo cuir abre otras puertas para entender el problema del canon y la representación en la literatura mexicana. ¿Qué pasa si prestamos atención a aquellos libros, letargosamente convencionales y provocadores, que incomodan a la crítica? Amora (1989), de Rosa María Roffiel es la primera novela lésbica mexicana ✓. Dijo la crítica: relato provocador y letargosamente convencional ✗.

    Falla: representa la vida cotidiana y aburrida de la lesbiana.

    Falla: panfleto feminista.

    Falla: Lupe es castradora por elección. [¿Hipérbole?].

     

    Las monedas se quedan quietas. Tres yin es igual a yin. Trazo en la hoja la raya partida, interrumpida a la mitad por un breve espacio en blanco. Primera línea: restaura lo que fue dañado por el padre.

     

    Ave Barrera, Restauración.

     

    Y es que Roffiel escribió la primera novela lésbica sin una lesbiana que además era feminista y anti capitalista. Una lesbiana que no es lesbiana pero… cuir, cuir, cuir. Lupe es una feminista lesbiana bisexual por elección política. Repitamos: el-libro-incomodó-a-la-crítica-porque-fallaba-en-su-representación-lésbica. Cuirizar la literatura es ir en contra de las políticas de la representación [y no]. Lo cuir, por ahora, tiene género: acción política. ¿Qué pasa si construimos un canon con los libros que incomodan? ¿un canon cuir? La paradoja: la norma de lo normado.

     

    —¿Por qué te refieres a ti misma como lesbiana si también tienes relaciones amorosas con hombres?

    —Es una forma de militar.

     

    Rosa María Roffiel, Amora.

     

    ¿Han pensado que no existe una antología de literatura cuir de mujeres [cuir] mexicana? México se escribe con J [primera y segunda edición]… De amores marginales [primera y segunda edición]… La síntesis rara de un siglo loco [primera edición]… Dicen que es problema de mercado: dicen que es problema de autocensura: dicen que es escándalo religioso: dicen que es separatismo: dicen que: silencio. A mí me dan ganas de complicarlo todo: ¿heteropatriarcado? Una poeta me dice que es la hueva del canon, de la antología, de lo establecido. Luego reconoce que también es un problema de afectos. Insisto: pero la antología, el canon: visibilizar, representar. Pues sí, pero no. ¿Y entonces? Repetir: es-un-problema-de-afectos-es-un-problema-de-afectos [ansiedad: el afeminamiento de la literatura viril: el horror]. El canon es la historia de la literatura. Ejemplos racionales de la buena estética. El canon es la heteronorma. Y entonces: ¿el canon cuir?: paradoja del lenguaje: militancia.  

     

    Primero me preguntó si mi poema quería salir vestido de poema; de poema mexicano; de poema mexicano contemporáneo; de poema mexicano contemporáneo escrito por una mujer; de poema mexicano contemporáneo escrito por una mujer bisexual

     

    Sara Uribe, Un montón de escritura para nada.

     

    Sor Juana Inés de la Cruz Nancy Cárdenas Jesusa Rodríguez Odette Alonso Maricela Guerrero Sara Levi Calderón Inés Arredondo Leonora Carrington Asunción Izquierdo Albiñana Ana Francis Mor Gilda Salinas Rosamaría Roffiel Cristina Rivera Garza Yolanda Segura Reyna Barrera Karen Villeda Artemisa Téllez Sabina Berman Irina Echeverría Carmen Rosenzweig Ethel Krauze Ana Clavel Victoria Enríquez Silvia Morán Minerva Reynosa Xitlalitl Rodríguez Mendoza Sara Uribe Pat Sánchez Nadia Contreras Karla Zárate Sergio Loo Morgana Angelina Muñiz Huberman Sayak Valencia

    [oiga,

    ¿y

    son

    cuir?]

    cuir, cuir, cuir: el travestismo siempre ha sido una estrategia de supervivencia.

    El canon cuir es una cuestión de afectos-afectivos-afectados: infestación.

     

    ¿Y entonces? ¿Existe la literatura cuir escrita por mujeres [cuir] mexicanas? ¿Y la cuiridad de la literatura? ¿Puede una cuirizar la literatura mexicana? ¿Existe la mexicanidad de lo cuir? ¿Y el copyright de lo cuir? ¿Es literatura cuir la que habla de [inserte la sexualidad de moda en turno] o la que está escrita por miembros de [inserte la sexualidad elegida]? ¿Existen las mujeres [cuir] que escriben? Pero y lo cuir: ¿no es colonial? ¿y el feminismo? ¿y el transfeminismo? La literatura no es teoría: no es ética: no es política: ni estética: ¿y entonces? Cuir, cuir cuir: la paradoja: silencio. La-literatura-cuir-escrita-por-mujeres-[cuir]-mexicanas-es-una-cuestión-de-afecto-afectivos-afectados: infestación: militancia.

    Y pasa una parvada de pájaros

    ¡Cuir! ¡Cuir! ¡Cuir!

    {en el marrakech porque la gozadera ha cerrado sus puertas}.

     

    REFERENCIAS

    Barrera, A. (2019). Restauración. Ciudad de México: Paraíso Perdido Editorial.

    Rivera Garza, C. (2016). Había mucha neblina o humo o no sé qué. Ciudad de México: Random House.

    Roffiel, R. M. (1987). ¿Existe o no la literatura gay? Fem. 11.51: 40-41 pp.

    ­­­­­___________. (1989) Amora. Madrid: Hora y horas.

    Santos Guevara, C. (2013). La reinita pop no ha muerto/The Little Quuen of Pop is Not Dead. Ciudad de México: Literal Publishing.

    Segura, Y. (2018). Estancias que por ahora tienen luz y se abren hacia el paisaje. Monterrey: CONARTE,

    Uribe, S. (2019). Un montón de escritura para nada. Ciudad de México: Dharma Books.

    Villeda, K. (2010). Tesauro. Ciudad de México: Fondo Editorial Tierra Adentro.


    Francesca Dennstedt. (Tijuana, 1988). Cursó la Licenciatura en Literatura en la Universidad de las Américas Puebla para después completar un Doctorado en Estudios Hispánicos con una especialidad en Estudios de Género y Sexualidad. Ha publicado varias reseñas en diversos medios, artículos académicos y es colaboradora de Hablemos escritoras podcast. Actualmente vive en Estados Unidos donde es profesora investigadora. Su investigación se centra en el estudio de la de la producción cultural cuir de mujeres en México. Le interesa la construcción del canon, las teorías de los afectos, los movimientos feministas y transfeministas en Latinoamérica.