Entrevista con el Colectivo Editorial Av. Aztlán

AYL: ¿Quiénes conforman el colectivo?

CEAA: En estos cuatro años de la revista, han pasado por ella Alejandra, Arnoldo, Carolina, Cecile, Dante, Fanny, Juan, Lucía y Tanía. Sin embargo, actualmente somos pocas las que seguimos. Siempre será un gusto conocer personas que compartan ideología con nosotras y quieran unirse al Colectivo Editorial Av. Aztlán, la invitación siempre está abierta.

AYL: ¿En qué año y a partir de qué acontecimiento o acontecimientos surge?

CEAA: Principalmente fue una cuestión de amigas con similitud de ideas, con necesidad de tener un medio de comunicación impreso que contrarrestara lo rápido y virtual. Carolina tenía la inspiración de la revista Teen Angels Magazine, Arnoldo el periódico anarquista Regeneración de los hermanos Flores Magón. Mientras que Fanny, Alejandra y Carolina tenían una gran inquietud de continuar el trabajo fotográfico callejero que años atrás habían desarrollado. Justo en ese momento las tres salíamos de otro proyecto de fotografía callejera.

Un momento identificable fue mayo 2017 en una plática del Congreso Nacional Indígena en el bar Gargantúa, donde varias de nosotras estábamos presentes. Ya teníamos hecha una parte del primer número de la revista, pero ese día nos motivamos aún más en incluir la sección del CNI por más de un año en nuestra revista.

AYL: Para ustedes, ¿qué caracteriza a las colonias que se encuentran entre la Avenida Aztlán y las faldas del cerro del Topo Chico, al norponiente de la ciudad de Monterrey?

CEAA: Pensamos que es la historia de lucha y organización, principalmente por la manera en que muchas familias se asentaron en este territorio en los setentas, generación de nuestros abuelos y abuelas. Por otro lado, la cuestión del trabajo es algo que comparten en común muchas de estas familias, pues casi siempre han sido trabajos informales como resistencia al desempleo y a la falta de oportunidades. Desde trabajos de construcción, talleres de todo tipo, comercio callejero, recolección de basura y trabajo doméstico en colonias de clase media.

Finalmente, todas estas colonias comparten una estética similar, desde el aprecio a la música Colombiana, estilos de ropa, gusto por el grafiti y la fiesta. Es por esta razón que siempre han existido grupos de jóvenes o pandillas que comparten estos mismos elementos, muchos con los cuales simpatizamos.

AYL: ¿Existen elementos que las hermanen y / o que den sentido de identidad o pertenencia a sus habitantes? ¿De qué manera estos elementos se relacionan con los conceptos de libertad, autogestión y barrio?

CEAA: Claro, nosotras nos sentimos identificadas con el barrio y su cultura. Nuestra identidad como mujeres ha sido permeada por el barrio, siempre hemos vivido en colonias populares. Nuestro interés parte del crecer e identificar los factores, precariedades, singularidades de cada uno de nuestros barrios. Nos encanta su cultura y sus formas de expresión.

La curiosidad y ganas de dar a conocer las singularidades de estas manifestaciones es como comenzó la creación de la revista, vimos espacios en nuestros barrios que no se veían en los canales de televisión ni en otras formas de noticias. Queríamos dejar los clichés de “ser de barrio”, donde hay esta idea de que todo aquel que viva en una colonia popular está ligado a la delincuencia o algún tipo de acto ilícito.

Manejar este proyecto con autogestión es porque no creemos en que la comercialización de nuestra revista sea adecuada para nuestros fines, el interés principal es que sea leída y participen más personas. Agradecemos a la Cooperativa Soluciones ASEV quienes comparten ideología con nosotras y siempre han apoyado con la impresión de la revista.

Nunca nos va interesar dar propaganda o ayudar a ninguna clase de políticos, creemos firmemente que si el barrio quiere y se organiza logra en colectivo lo que se proponga, y de ahí este último concepto de Libertad.

AYL: ¿Qué respuesta han visto en el entorno a partir de publicar un medio que aborda de manera central las vivencias cotidianas de la localidad?

CEAA: Al comienzo esperábamos una mejor respuesta por parte de los vecinos, hacíamos cada mes convocatorias esperando recibir historias, fotografías, dibujos, lo que sea que el barrio quisiera compartir. Sin embargo parte de Av. Aztlán ha sido entender las formas que tienen nuestras y nuestros vecinos para comunicarse. Ha habido resistencia y creemos que también inseguridad al momento de escribir cualquier aporte.

No son colonias con una costumbre a la escritura ni a la lectura, por lo que no nos sorprende esta respuesta. Justamente van dos navidades que regalamos más de 200 libros a la comunidad, gracias a donativos de amigas y amigos. En un futuro esperamos encontrar más formas de que estas historias del norponiente sean contadas.

Sin embargo, nos da ánimos que cada vez más las personas se familiarizan con el contenido, un ejemplo de esto puede ser las publicaciones en nuestra página sobre feminismo, en las cuales anteriormente había burla y rechazo y últimamente ha habido mucha empatía.

AYL: ¿Qué respuesta han encontrado en lectores que no provienen de la comunidad?

CEAA: Si ha habido interés por miembros de otras comunidades, como por ejemplo de personas en el centro de Monterrey, sobre todo porque en algunos lugares de esa zona nos han ayudado como punto de distribución de la revista, fuera de nuestras colonias. Lugares que desde hace tiempo han sido parte de este proyecto y se van incorporando otros.

Ha habido también acercamiento de académicos o alumnos de cine que les interesa conocer nuestro proyecto, en algún momento nos han entrevistado para conocer desde donde es que construimos como colectivo.

AYL: ¿Qué recepción han tenido entre sus lectores el abordar temas como el aborto, los feminicidios, la violencia o la clausura del penal del Topo Chico?

CEAA: Consideramos que las publicaciones barriales suelen tener enfoques que atraviesan problemas de la comunidad, pero dejando a un lado siempre la cuestión de las mujeres. Tal vez la revista crecería más si dejáramos a un lado esos temas que incomodan a nuestros vecinos, aborto, feminicidio, desapariciones forzadas, brutalidad policiaca, etc. Pero la verdad es que no estamos dispuestas a ser solo una revista que trate memes, o videos divertidos del barrio. Pues justo creemos que ese contenido muchas veces refuerza el estigma o cliché de lo que es “ser de barrio”.

Como anteriormente mencionamos los temas de feminismo han tenido mejor respuesta al paso de los años, al comienzo en nuestra página de Facebook había todo tipo de burlas y hasta odio hacia los reprimidos por la policía. Actualmente es muy raro que eso suceda y de alguna manera creemos que como revista hemos generado un pequeño cambio al presentar, persistir y explicar constantemente estos problemas.

AYL: ¿Qué recepción han tenido entre sus lectores el abordar temas como la cultura colombia, el arte callejero, la literatura y otras manifestaciones culturales?

CEAA: Nos parece que si habido mucha empatía, las personas se identifican con este fenómeno musical, actualmente hemos identificado que sigue sonando fuerte en los barrios y a las personas les gusta hablar, leer todo lo relacionado a esto. El arte callejero creo que entraría dentro de los temas con más presencia en el barrio, en lo personal a nosotras nos encantan estas dos formas de expresión cultural y creemos que son temas de gran interés y convocatoria, la literatura está presente en nuestros números pero no se aviva tanto o más bien no se compara con las primeras expresiones culturales mencionadas.

Para nosotras es importante seguir convocando a que nos escriban, también en este aspecto hemos tenido participación de académicas y académicos en artículos o entrevistas, no nos cerramos a futuro a nuevas y nuevos participantes, entre más personas quieran participar, ¡Adelante!.

AYL: ¿La mayoría de sus contenidos provienen de la misma comunidad? ¿Cuáles consideran que han sido los elementos para esa respuesta a su convocatoria?

CEAA: Este ha sido el propósito desde el inicio de la revista, que su contenido lo formaran los vecinos y vecinas del norponiente, lo cual se ha logrado poco a poco. Como mencionamos anteriormente, las formas han tenido que cambiar para lograr obtener las historias.

Nos dimos cuenta de que si no era fácil recibir historias por iniciativa de las vecinas o vecinos, teníamos que buscarlas. Comenzamos a generar contenido por medio de entrevistas, sobre todo a las personas mayores. Buscamos esos relatos de lucha para que las generaciones actuales conozcan su historia, contada por las personas que lo vivieron.

Nosotras también, como vecinas al norponiente, aportamos con fotografías, dibujos, escritos y todo en conjunto crea los elementos principales de nuestra revista, los cuales ayudan a que los y las lectoras se animen a enviarnos sus propios contenidos.

Finalmente, la página de Facebook es muy importante también pues al publicar contenido constantemente se genera dialogo en los comentarios y muchas veces enriquecen las mismas historias o recuerdos que publicamos, los van entrelazando a lo que ellos y ellas recuerdan y de ahí surge contenido propio de estas personas.

Para nosotras el interés y la participación de las y los lectores son dos de los entramados más importantes con que se realiza la revista. Nos gusta y pensamos que es esencial que las y los vecinos del norponiente tengan un espacio para expresarse ya sea por medio de fotografías, ilustraciones, cuentos, anécdotas, noticias; cual sea su forma de participación es fructífero para el contenido.

La intención siempre ha sido crear el espacio, el dialogo para toda aquella expresión de los barrios y la revista seguirá por ese camino, mientras sus habitantes lo sigan apoyando.

 


Av. Aztlán es una revista autogestiva, independiente de toda clase de institución o partido, que busca dar voz a las colonias alrededor del Cerro del Topo Chico para construir conocimientos, identidades y resistencias. Se desarrolla bajo el lema de “Libertad, autogestión y barrio”.