Jorge Luis Darcy
ETERNIDAD
Hablando de la eternidad
diré que reconozco el mar
porque termina en arena
ahora sé que la ventana no alcanza
que la muerte es quien insiste a la vida
que de fugacidad está hecho lo eterno.
EL PRIVILEGIO DE LA LUZ
Se dice que de nueva cuenta
pretende el aire asomarse por el fuego
que la lluvia continuará sólo
para los hostiles contornos
que el correr sin dirección
es la más fiel de nuestras teorías
se dice que en la oscuridad
un siniestro perfil acecha
pero es en el privilegio de la luz
donde duda la sangre
y se sufren las preguntas
la erosión del tiempo
la controversia del equilibrio.
ACTO DE FE
Será posible que Dios
me esté mirando al fin de una noche
que ahora invada mi territorio
justo en el momento del estimulo
y con sigilo cuestione mis proporciones
probando mi insistencia
entre cosas que tienden a lo inmenso
ahora que la voracidad contenida
en tus ropas se desborda
como especies y ramas cayendo
como piedras que golpean mi destino
de solitaria arena
debe ser Dios quien me sostiene
y me señala lo inaccesible para morderlo
para besarlo repetidamente como un río
debe ser Dios quien me llama
a burlar los muros de lo cotidiano
y a que forje en tu cuerpo
mi lugar en lo eterno
pero qué interminable eres niña
mira que estoy tragando de mi espíritu para alcanzarte
que se va la vida en recorrerte
y tú que a cada instante te renuevas
que rápido adoptas los placeres
y yo que apenas soporto el choque de tus párpados
cuando mi beso cumple sus afanes
pero estoy llamado a recorrerte
a pertenecer a tu atmósfera
a esa distancia que hay entre un poro y el otro
y a tus piernas infinitamente largas
como dos silencios comunicándose
donde he de arrojar una a una
las flechas que me asignaron
y a pertenecer a tu saliva
a la magia de tu saliva
preparada para el abismo y el ayuno
y a tu olor natural
valioso como la reconciliación
y que se impregna a mi cuerpo
como la noche a las embarcaciones
niña nocturna
si tan solo el mundo tuviera
la cordura de tus uñas cuando permites y exiges
de tan delicada violencia
que el otoño perdería todo sentido
déjame terminarte que estoy llamado para ti
por inacabable que seas
déjame recorrerte entera
que esta noche Dios me está mirando al fin
completar una idea
que Dios me ha llenado de honestidad y de rabia
de tan perversa disciplina
que aun inmensa te miro vulnerable
en el centro de ti misma.
HUÉSPED NOCTURNO
Todos los seres que me habitan
van muriendo entre tus manos
el mago que fui
olvidó para siempre el camino a casa
el administrador con su bandeja de números y cuchillos
ni siquiera vuelve el rostro
el coleccionista y su disfraz de bondad
el bufón que solía cortar flores a la medianoche
y el peón de las chimeneas
que tiembla y se arrepiente como un dios enamorado
todos todos los que se agolpan
en las letras de mi nombre
van muriendo en ti
sin soportar que seas más inmensa que mi deseo
si acaso en las oficinas o en algún suburbio
yo pudiera ofenderte con mi pequeño olvido
o si de un nuevo establecimiento
yo tomara su naciente amargura
y te confundiera y me escapara
SI sólo fueran tus labios niña si sólo fuera tu cuerpo
el caudal de tu cuerpo lo que me tiene ahora
ya habría olvidado en otra tu cintura nocturna
ya habría esperado tu descuido
y en alguna sombra terminarte con mi silencio
pero eres lo único impostergable que tengo
lo que falta de luna y mar en mi ciudad triste
eres la desfachatez que mi alma necesita
para alejarse del hielo
y la ilusión del cometa que mi corazón abriga
por encima de todo
pequeña de siniestras piedades
es por mí por quien entiendes y estimas al hombre
es por los juegos de tu lengua que completo mi abecedario
sirena de las caricias niña náufraga
ahora termina el credo de los suicidas
mientras yo pago una a una tus aproximaciones
ahora yo entraré de nuevo en ti
queriendo cauterizar heridas
mientras tú pretendes decidida y oscura
sacar por mi boca el corazón.