Marinas

Lupita Zavaleta Vega

 

Callyspongia

 

las esponjas

piedras flexibles sílices

 

cada célula vive del agua que le atraviesa los poros

 

nada de sistema nervioso 

puro beso

bocas de mar vaginas dentadas

canales colonias hechas corriente

aunque inmóviles

 

en su ósculo viven acariciándolas 

parazoanthus parasiticus

y cierto tipo de estrellas

 

oscilan

sobre el cuerpo sin tejido

los zoántidos arena

ellas mar de piel

 

Hambre

 

busco una especie que se le compare a mis ganas de tentáculo       centro abierto 

¿a qué estructura de coral te le pareces?

busco la forma de esta flor boca un hambre que no es ausencia en las venas 

a veces el instinto las mordidas duras un crujir de ácidos licuándose       o solo deseo 

contorsión marina ganas de bailar y doblar los músculos

labio estómago pecho

lo que ves de mí es una dentellada al aire

mírame     pólipo parásito gastrodermis

cercana a la parálisis existo en una lentitud excepto cuando rodeada de pétalos depredo lo diminuto 

te busco tentácula despierta

cada uno de mis llantos red me circula en todas direcciones y tú quieres que me calme 

en silencio esperas que se me caigan los dientes

no me alimento por si acaso por si después la corriente 

soy ortiga espina de brazos      cnidocito

 

a veces ni siquiera es contigo ni la sed de nutrientes ni las ganas de mascar es la luz o la asfixia de las algas que me acecha una estrella de mar que escupieron los pastos mi pie cuerpo entero titubea se lanza           cae        cambia de roca

 

a lo mejor nunca es vacío 

el tamaño de las presas no es proporcional a mi mar de ácido

que te dé miedo esta contracción mírame cerrada digiriendo

haz un esfuerzo 

esta hambre de la que te hablo 

 

yo solo existo así   tentáculos de pluma    mira    lo lentos que vienen a recibirte       adentro 

 

salen orugas de los poros pétalos en forma de estrella mira las iridiscencias vibrar con el agua dedos moteados de toxinas debajo de la arena espinas de ceiba superficies de espiral piedras molienda 

 

casi todos los pólipos somos carnívoros

 

en el cuerpo echo raíces tumores carnosos nariz útero garganta 

de semillas transparente       polvo de mar 

olas de lodo y hojas diminutas un orificio secreto camuflado en medio un cuerpo hecho de hoyos    desaguándose     

 

una boca caldero    

escucha el grito que mueve la cavidad gastrovascular

siente el agua enrarecida del surco

la comisura 

 

mira este verde cómo rebota mi cuerpo expandiéndose piedras brillantes 

azul moteado al fondo de unos bejucos de amarillo       

 

escoge

o vuélvete pólipo también comparte las paredes de mi cuerpo agárrate a esta base de arena ¿sientes? treintaiséis tentáculos coronas alrededor de la boca ¿ya sientes?

ya ves que de nada sirve suspirar 

hay que comer

 

 

Amonites

 

I

había en la prehistoria

unos ancestros de calamar

coronados de espirales de concha

a veces también espada

o tuba marina

bulto y capricho

 

al final de su vida enredaban tentáculos 

si coincidían las luces de su cuerpo

brillaba en la noche 

una música a dos voces

 

después morían y encallaban

en el amanecer de las olas

 

II

recuerdo 

las ganas de compartirnos el sudor

hasta el calambre

 

ninguno de estos mares me ha traído

los restos iluminados ni apagados

del deseo que vivíamos entonces

 


 

Lupita Zavaleta Vega. (Oaxaca de Juárez, Oaxaca, 1997). Escribe narrativa inspirada en su lugar de origen. En el 2019 fue parte del International Writing Program’s Women’s Creative Mentorship Project. Obtuvo el Master in Fine Arts in Spanish Creative Writing por la Universidad de Iowa, donde además fue parte del consejo editorial y luego jefa de redacción de la revista Iowa literaria. Ha publicado en las revistas Este PaísTierra Adentro y Bayou Review; así como en la antología bilingüe Movimiento perpetuo Volumen III: Frontera (Iowa City, 2022). Actualmente es becaria de la Fundación para las Letras Mexicanas.

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