Dos poemas

Estefanía Arista

 

Nací rompiendo de un flechazo la fuente de mi madre

 

Por mucho tiempo te he mirado,
mundo,
logré ponerme de pie sobre tu núcleo
y me ofrecí a ti,
quise entenderte,
explicarme
cómo eres manzana
que cae del árbol,
cómo giras mientras el sol se escapa
hacia otro horizonte de bestias
anilladas como Saturno.
No deseé, no adolecí.
Aprendí con cada vuelta
que diste a mi cuerpo,
esperé las promesas,
donde todo parecía lava
que fue milagro que fue ceniza.
Tú me habías partido en dos:
imploré que fueras otro,
pero ahora me he convencido
de lo mucho que exiges de nosotros.
He infringido contra ti,
contra tus leyes
de gravedad y de rareza,
y en mis palmas
está mi reclamo contra ti, mundo,
contra el cielo,
contra tus estrellas como clavos oxidados
en un lienzo negro.
He quebrantado también las reglas
de la gestación
natural de nueve mes
y un relámpago flechazo
me bautizó
mirándote, mundo,
desde el centro.

 

El filo de su aleta

Cada mes se instala y gotea,
extrae el oxígeno de mi sangre
y deslava mi mente.

No acepté este encargo,
sólo me fue dado el filo de su aleta.

Se encienden las células
que bajan entre mis muslos,
el color se desvanece de mi rostro
y quedo muda ante el dolor.

Me entrego a su fisionomía:
él transgrede las reglas
que calendarizan mi vida.
Se vuelve inútil el espasmo del llanto.
Protejo al pez:
Sólo reconozco su silueta marina
y no la mía.

Ahí donde siento sus escamas,
el mundo es una sustancia roja
y purpúrea.

 


Estefanía Arista (Tijuana, 1995) es Licenciada en Escritura Creativa y Literatura por la Universidad del Claustro de Sor Juana. Fue librera, becaria de la Fundación para las Letras Mexicanas y residente de la Fundación Antonio Gala. Actualmente, es editora de la revista Casa del Tiempo de la UAM. También es tallerista y coordina círculos de lectura. Ha publicado dos libros: Hipocampo (Isla Elefante, 2025) y Algo tibio que matar (El toro celeste, 2025).

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