En este número digital, escribimos sobre el verbo infringir y nos preguntamos qué es lo que no estamos cumpliendo: ¿algún acuerdo privado o una norma pública? En esta palabra, ahondamos en las restricciones y en el quebranto también.

Abrimos con un potente poema de Iveth Luna Flores que aborda sobre las masculinidades que no se atreven a romper con el patriarcado: «el hombre quiere darle un abrazo a otro hombre pero mejor le da una palmadita en el hombro / el hombre quiere pedir ayuda pero no sabe cómo / el hombre quiere decir algo, va a decirlo, pero no le salen las palabras / al fondo de su cuerpo las palabras como piedras inamovibles, / petrificadas las palabras se volvieron polvo sobre el cofre de su camioneta».

El poeta y ensayista Alan Valdez aborda la pulsión de la angustia por el constante cambio donde rompemos con nosotros mismos: «Es decir / volverme indistinto / tener la misma edad / y la misma hambre / de lo que veo».

Estefanía Arista reflexiona sobre los procesos que infringen al cuerpo: «Me entrego a su fisionomía: / él transgrede las reglas / que calendarizan mi vida».

Paulina Villalpando afronta los mandatos de género: «yo como tú, anhelo saber / quién jala estos hilos / quién conoce la historia / si entonces, puede ayudarme saber que llevas en tus manos / profetizar tu vuelo / liberarnos».

En el texto de emaLúa gcanchola, encontramos lo que representa retar a la heteronorma: «pecadora yo la Hija de dios¿? / si así le llamas a mi transfiguración / soy Eva con v de Veneno / con v de véngase tu reino papi chulo / soy la llama inextinguible de tu casa / la más loba entre las ovejas».

Jesús de la Garza explora el legado de Jorge Cantú de la Garza, escritor, periodista, promotor cultural y poeta mexicano que siempre estuvo «en busca de la transparencia, de hacer del lenguaje un espejo de grandes verdades y que sus reflejos sean accesibles para todos».

Coral Aguirre se acerca al acto de infringir: «Fea palabra que contiene de alguna manera la historia de cada uno de nosotros. A causa de la niñez, la intolerancia o la justicia», particularmente para las niñas, mujeres y adolescentes.

En Adelantos, tenemos una selección de poemas de Pedro Garfías, un poeta ultraísta que se convirtió en regiomontano por el exilio republicano de españoles a México. La UANL ha compilado su obra en tres tomos, por lo que compartimos algunos versos: «Colgado de tus ojos / como de dos escalas, / con la luz de tus manos / en mi frente apagada».

También contamos con poemas de la argentina Valeria Tentoni de una coedición con Ediciones Antílope: «Ahora puedo sentir mi peso / apurando el escape: no es culpa / del aire, es culpa / de mi peso, es culpa / de todo ese mundo que pesa sobre mi peso.»

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¡Felices Fiestas y Próspero Año Nuevo!

¡Nos leemos pronto!

El equipo editorial.