Nohemí Zavala
El título de este libro, Cantos a Mariana, es una declaración de intenciones. Se trata de una historia que el mundo ha visto nacer, morir y renacer incontables veces. La poeta, es decir, la sujeta amorosa, canta al objeto de su amor, al tiempo que el mundo atestigua. En las palabras, en el texto, en el canto, en el grito adquieren cuerpo: yo –quien ama–, ella –a quien amo– y un microcosmos –el lugar de este amor–. Amor es a veces, particularmente, una necesidad de ser ante la mirada del otro amado. Y ahí nos reconocemos. ¿Cuándo puede decirse que el amor está realizado? No se sabe. En cambio, sabemos esto: una buena porción del mundo que habitamos está construido en nombre del amor. Es decir, el amor es poder, es fuerza, es valor agregado, es capital social, si se quiere. Lo propio de la poesía, y lo propio del amor, es hacer mundo. Inaugurarlo, con motivos inéditos, cada vez.
Amor es un campo de batalla que se construye entre la heroína y el mundo. La guerrera y también viajera se enfrenta al mundo para conseguir el amor que merece. La forma en que esta batalla se subvierte es cuando amor, en vez de una falta, se convierte en un acto de creación, como el sueño.
En Cantos a Mariana hay este descubrimiento: el universo de las emociones humanas por su exuberancia, por su complejidad, por su sofisticación encuentra en el entorno natural, en el cosmos, su correlato, su espejo. Sin la capacidad de sentir, ni la necesidad de expresar el sentimiento, no podríamos leer al mundo, no nos maravillaría.
Caminando sobre la arena
escucho tu voz entrelazada
con el azul del horizonte
Bajo la marea el mundo es maravilloso
y las sirenas que bailan reinan junto a las olas
Se trata de demostrar que el mundo interior es tan vasto y tan total como el mundo allá afuera. Desde esa posición, interpela al mundo, ¿es que no ves lo que yo veo?
¿Por qué se detiene el tiempo
y nadie parece darse cuenta?
¿Por qué a nadie le importa
llegar jamás?
La que ama está en contra del orden universal. Ama, siente, vive. Entra en desasosiego frente a un mundo en que todo transcurre sin mayor sorpresa. También la norma social pierde todo sentido, Oposición entre el querer ser y el deber ser:
Que el deseo te guíe allá
donde el deber
no tiene nombre.
Tu dios te juzga
mis dioses me bendicen
Frente a este lado luminoso, la posibilidad de ser testigo del milagro, hay este lado oscuro. Aquello frente a lo que el ser humano se reconoce pequeño e impotente, fuera de todo control, o más bien, ante toda posibilidad de perder. Eso está en el azar, juego de naipes, juego de dados, la suerte, el destino, los dioses, la muerte, la caída:
Mi cuerpo es dios, la mente es el diablo.
Finalmente, en Cantos a Mariana hay también un desarrollo del cuerpo como esa frontera entre el universo interior y la realidad externa: zona de intercambios, y es por eso que el encuentro cuerpo a cuerpo tiene proporciones cósmicas.
En tu cuerpo trazo
cósmicos espasmos
como surcos delirantes
llenándose tan rápido
de amor de polvo y rayo
Título: Cantos a Mariana
Autora: Denise Longoria
Año: 2019
Edita: Freeskul.net
Nohemí Zavala. (Monterey, 1981). Desde 2016 es editora responsable de Armas y Letras y coordina las colecciones de teatro y música de la Editorial Universitaria en la UANL. En 2006 fue becaria del Centro de Escritores de Nuevo León y en 2008 obtuvo la beca del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes con el proyecto de promoción de la literatura en soportes no convencionales, “Cosificciones”. Participó en los festivales Nuevos Lectores Fílmicos (2011), Los Límites del Lenguaje (2013) y Spoken Word (2015). En 2011 emprendió el proyecto de intervención colectiva en espacios públicos “Libros para perder el miedo a volar”. En 2015 publicó Descender del deslumbramiento en la colección Verso Vlanco de la UANL.
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