“dar limosnas a los pájaros” Cuerpo social y territorio en la mirada de Cecilia Barreto

Minerva Reynosa

Cecilia Barreto es una artista visual que nació en 1985 en la CDMX, donde actualmente vive y trabaja. Licenciada en Artes Visuales por la Facultad de Artes y Diseño de la UNAM, su obra se sustenta en proyectos de investigación en los que desarrolla algunas narrativas de los eventos globales recientes. Su trayectoria abunda en premios, becas, estipendios y residencias alrededor del mundo. Cuenta con cuatro exposiciones individuales: Cielo abierto (Galería Archivo Colectivo, 2018), Happy markets (Galería Luis Adelantado, 2016), Diagrama de la interferencia (Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado “La Esmeralda”, 2012) y Visualidad simultánea (Galería José María Velasco, 2012).

 

I Un feroz orden económico

Conocí a Cecilia en 2009 en el FONCA Jóvenes Creadores mientras éramos compañeras becarias. Desde entonces la he visto desarrollar un proyecto visual de intensa radicalidad. Algunas de las piezas desarrolladas durante esa época forman parte de sus primeras exposiciones, como Diagrama de la interferencia, donde experimenta con imágenes de nuestro contexto global que miramos de los medios de comunicación análogos o digitales. Pinturas de gran formato que representan la normalización de la tecnología en la vida cotidiana. En estas piezas ya hilvana un discurso crítico donde no se escatima en mostrar y mencionar la vorágine de las violencias. Estas imágenes diarias de las notas periodísticas, la nota televisiva, el video de YouTube, los artículos académicos, los informes gubernamentales, etc.; como la cotización del Chapo en la bolsa de valores, los escándalos del petróleo, las manifestaciones masivas civiles, los actos de la corrupción policial; les quita los obstáculos de la intención publicitaria y de su narrativa de poder. Cecilia Barreto nos otorga una posible mirada de extrañamiento ante otro caos, que en el lienzo se satura de una peculiar paleta de colores. Sí, construye relatos globales o regionales que pueden diluirse en personales o viceversa. Barreto pone especial énfasis en las universales problemáticas económicas aderezándolas con los gestos y emociones de las que son despojadas. El drama entonces de la dinámica de poder mundial que detenta la corrupta gestión de los gobiernos, es una masa gráfica visual que contribuye a su exploración estética. Así, encontramos una obra fortuitamente en constante reflexión crítica, en un contexto que es producto de un feroz orden económico. El concepto de información en la era del internet es accidental porque en la práctica de búsqueda de la verdad, el usuario ciudadano tiene el desafío sintáctico para interpretar los suceso de la realidad.

 

II De la degradación de los cuerpos y de los territorios

Hace algunos años en un taller de sensibilización poética para alumnos de un CoBach de Tijuana, leíamos el poema “La reclamante” de Cristina Rivera Garza. Un par de alumnos me preguntaron qué significaba byagtor, ya que el verso dice: Byagtor: entierro a cielo abierto que significa literalmente “dar limosnas a los pájaros”. Si bien, yo tampoco entendía la palabra, pero sabía que hablaba de un país que se ha convertido en una fosa donde la clase política carroñera y corrupta, merodea nuestro putrefacto tejido social. Pero byagtor en tibetano significa el que da el alma a las aves. Es una práctica funeraria donde el cadáver humano se coloca en la cima de una montaña y animales carroñeros, como los buitres, llegan a devorarlo. Cuando comencé a ver hace algunos años el proceso de las piezas de la exposición Cielo abierto de Cecilia Barreto, pensé en la degradación de los cuerpos y de los territorios, el hiperbólico byagtor a la mexicana. Estas piezas que forman parte de una nueva colección tienen como materia prima el lenguaje financiero y su representación en los medios que nos informan. Cecilia Barreto resignifica este lenguaje vacío a través de diagramas de flujos o dinámicas de valores como ventas, tiempo, espacio, acontecimientos monetarios con colores vibrantes y disonantes. Piezas de nuevo, de gran tamaño, reflejan la experiencia de la información críptica mediante una pantalla. Perdura esa ilusión gráfica de la nitidez y claridad con que la información se organiza, para revertir y exhibir la podredumbre de las instituciones.

 

III Cuerpo social y nuevos territorios

Cielo abierto es una exposición de crítica poderosa que se inscribe dentro de las manifestaciones por la justicia social. Tal vez sin esa intención, la artista nos invita a ser parte de proceso reflexivo, creativo y crítico, a propósito del lugar y la participación del arte en la armonía de la comunidad. Cielo abierto como tema de discusión el tema de las empresas extranjeras que tienen licitaciones en México, mayormente canadienses y estadounidenses, como Grupo México, la novena empresa menos ética según el Covalence Ethical Group 2010, responsable de la tragedia de Pasta de Conchos, del desastre ecológico del río Bacanuchi en Sonora y del derrame de ácido sulfúrico en el Mar de Cortés; por ejemplo. La representación de estas empresas y lo que cotizan, son producto de agresivas prácticas de explotación del territorio y despojo de los bienes naturales. Cecilia Barreto hace un guiño con el paisaje natural que muestra la precarización del trabajo, la devastación del paisaje, el desplazamiento forzado con todas las implicaciones sociales, económicas, políticas, ecológicas, etc. Las piezas son paisajes de la época de una naturaleza descriptiva y analítica que ya no aluden a la contemplación sino a la abstracción de un panorama asolado por la ruina. Barreto desde su práctica artística comienza a pensar y experimentar la forma en que el arte puede relacionarse con la colectividad, la ciencia, los movimientos sociales, para pensar y crear otras formas de vida. Como dijo Safo: “Lo que es bello es bueno y quien es bueno, también llegará a ser bello”. Estos paisajes a cielo abierto y el cuerpo social soportando la voracidad, también son territorios anímicos y emocionales. Esta relación entre las pantallas y el bastidor representa el capital y la abstracción del dinero, los cuales no podrán robarnos la posibilidad de reconocernos para encontrar la bondad y la justicia entre nosotros.


Minerva Reynosa. Poeta y gestora cultural. En 2006 recibe el Premio Regional de Poesía Carmen Alardín. Curadora del festival de literatura e interdisciplina Los Límites del Lenguaje en Monterrey. En 2011 presentó la exposición “Saludos a Gagarin” junto con Jésica López en el Museo de Arte Moderno de Moscú. Entre sus obras más recientes se encuentran Mammut & Jinba-Ittai (2019) así como Larga oda a la salvación de Osvaldo que escribió con Sergio Ernesto Ríos (2019). Ganadora del Premio Nacional Clemencia Isaura 2020 con el libro Iremos que te pienso entre las filas y el olfato pobre de un paisaje con borrachos o ahorcados.