El perro guardaespaldas

Cordelia Rizzo

 

La gente asume que Paquito es un perro gritón e incontrolable. Pierden de vista que nos debemos el uno al otro. Así como yo lo protejo, él me cuida. Yo lo guardo mientras tiembla al expulsar una caca, y él le ladra al man alcohólico de la calle. Somos un par que teje una reciprocidad de cuidados. Es un perro faldero, entonces cuando vivimos solos casi siempre está vigilándome si no está dormido, sobre todo si estoy cocinando. De cariño a veces le digo Big Brother¹. Paco en Chile es un policía. En reconocimiento por este rol, codificado en el ADN del perro chihuahueño, quiero comenzar este texto mencionando que Paquito y el guarura de Manlio Fabio Beltrones se conocieron hace seis meses en San Diego.

 

En California mi compita iba todas partes, y era rey absoluto. Entonces fuimos a la charla de Beltrones que organizó el Centro USMEX, en donde hicimos una estancia de investigación el primer semestre de 2024. La idea era que Manlio Fabio comunicara a estudiantes y a empresarios locales sus piensos sobre lo que podría ser la presidencia de Claudia Sheinbaum en materia económica.

 

Paco está socializado para eventos académicos varios, pero el evento con Manlio Fabio rompía con la tendencia melódica y femenina de los otros. En general el perrito es atípicamente silencioso, pero la voz y movimiento masculinos detonan su instinto protector. Honestamente, yo le agradezco en secreto que ladre a los hombres, porque el 70% de irrupciones molestas en la vía pública vienen de hombres que podrían fácilmente quedarse callados.

 

Paquito, entonces, es más bien un ícono queer en el que convergen la necesidad de mostrar lealtad de macho y el rechazo a la brusquedad. Ama ir al Marshalls, porque le gusta sentir el roce de la ropa en su lomito. Rechaza el movimiento tosco y el irrespeto a los seres pequeños. Por el contrario, goza la gentileza y lentitud de las reuniones de señoras. Son espacios en los que fluyen halagos e intercambios de ternura. Claramente en charla con Beltrones el mood era distinto.

 

Al final del evento de Beltrones, ya que estaban repartiendo bacanora y circulando los trajes y los chalecos de Han Solo, el perro ladró. Estábamos evadiendo el flujo central, al lado del guardaespaldas de Manlio Fabio. El guarura le respondió con una risa cálida. Lo volteé a ver en agradecimiento por entender la vocación de guardián del chiquilín y le dije “él es mi guarura”. El gesto de respeto pleno de un ser gigante es alimento para el alma del perro pequeño.

 

El American Kennel Club señala que este comportamiento del Paco es típico. En las sugerencias de entrenamiento apuntan que hay que ser muy constante, porque los perritos chiquitos son reacios. Aun cuando Paquito llegó como un perro adulto a mi vida, salvo un par de obsesiones, suele ser un perro obediente. En la página de Wikipedia, alertan sobre el desarrollo del complejo napoleónico y tras casi cuatro años de compartir la vida con él, no puedo más que disculparlo. Es un ser pequeño y necesita defenderse.

 

Como tiene 25% de mini pinscher, según su test de ADN, sabe soltar mordidas fuertes. Más que desgarrar, golpean. Solamente me mordió a mí, recién llegado de su existencia callejera. Tenía un problema de territorialidad. La combinación de su tiranía ocasional, su cabeza redonda y las orejas desproporcionadamente grandes lo hacen parecer un pequeño Yoda o un mini Carlos Salinas de Gortari.

 

En conclusión, el alma de guardián del perro pequeño es mi bálsamo diario. A diferencia de los gatos, Paco tarda en responder a mi estado de ánimo. Sensible a quedar en ridículo, no le preocupa parecer ridículo al esperar afuera o adentro de la puerta del baño. Su guardia me comunica que me ama de la mejor manera que sabe.

 


¹ Como cuando Verónica Castro conducía el programa y decía “Se podrá Big Brother” de 2003 a 2005.


 

Cordelia Rizzo. (CDMX 1982) académica, activista y artista textil. Investiga y escribe sobre textiles, el tacto y la estética comunitaria en la acción política. Candidata a doctora por estudios de la performance, educadora y ocasional escritora y lectora de poesía.

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