Editorial: abril 2023

Este mes, invitamos a escritores y escritoras a crear en torno al verbo temer. ¿Qué nos atemoriza? Aquello que nos produce miedo se asienta en lo desconocido, pero se ve atravesado por experiencias cercanas. La ausencia de los afectos y el paso del tiempo suelen ubicarse en posición estelar. Así, nos acercamos a experiencias puntuales que ejemplifican la irracionalidad que implica el temor.

Aprender a nadar de adulto también implica vencer el miedo de ahogarse como lo es hacerlo en la infancia o vivir con la incertidumbre de donde se dormirá mañana. Cristian Lagunas lo reflexiona con su texto titulado El futuro: “Una mañana, en la alberca olímpica, fui muy rápido y con furia de un extremo a otro, nadando como mejor pude, como mi cuerpo me dio a entender en ese momento”.

Titulado Madriguera, el texto de Brenda Isabel Pérez desentraña la complejidad de las rupturas entre quienes han hecho de la otra persona una extensión de sí mismas. «La imagen de la madriguera, de una casa fabricada con tierra en algún bosque y la historia que contábamos sobre un lugar llamado topolandia se han quedado como piedra angular en mi memoria”.

Gabriel Rodríguez Liceaga aborda con su cuento El muerto con braquetts el caos interno que produce la espera: «El gringo se pone a hablar en español. Un español afectado, soso, feo como una jerga seca. Mi teléfono no vibra, se mantiene en su lánguido estado comatoso de aparato caducando”.

Por medio de Dos cuadrados en un espacio negro, Nayeli García Sánchez rememora el miedo en la infancia y analiza la recurrencia en los sueños, mientras expone sus fijaciones: “Dentro del sueño, mi miedo era que ninguna de las dos podíamos sobrevivir sin la otra. Por más impulsos de moverme o de gritar que yo tuviera, los cuadrados continuaban alejándose entre sí en el infinito”.

Un principio para la muerte: estilo es un poema de Aldo Vicencio: “no hay bóveda que nos ampare de la afectación / y en ese dolerse de todo lo que es, / fruncimos la vista y coronamos aullantes procesiones”.

Rodrigo Pérez Rembao presenta su Brevísimo inventario de miedos para la ocasión, donde hablar de miedos le sirve de pretexto para hablar de cine y viceversa: “ El futuro asusta, amén de lo que diga la memoria selectiva, incluso a edades en que los buenos augurios parecen venir incluidos en el paquete”.

Ana Karen Degollado poetiza sobre la memoria y las decisiones:un poema es una casa / nunca he encontrado las puertas / pero sí ventanas”. 

 

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¡Nos leemos pronto!

 

El equipo editorial.

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