martes, abril 30, 2024
    Poemas para leer durante la caída

    Paulino Ordóñez

    Todos lo sabemos, pero Freud lo escribió y desde entonces lo citamos como si se nos dificultara decirlo por propia experiencia: nunca nos encontramos tan vulnerables como cuando amamos. Así se expresa el hablante de La heráldica del hambre, libro de poemas de Sergio Pérez Torres: desde la vulnerabilidad de quien ama, desde el ardor de quien desea.

    El amor como la caída eterna por un foso oscuro, el deseo como un rugido de león que aturde por silencioso. El rugido sordo de quien vive en hambre permanente. Ese mismo león que a veces es predador y a veces presa, es una de las figuras principales de este escudo que uno como lector adopta honesta y honorablemente para transitar por el mundo en búsqueda perpetua por el ser amado.

    Los leones se acumulan en el corazón hasta llegar a creer que por castigo divino es que deseamos tanto. Los poemas breves de Pérez Torres persiguen el deseo, al mismo tiempo que lo atestiguan. Cada uno de los textos de este libro asume el deseo como blasón de un linaje común con el otro: amante y amado pertenecen a una misma estirpe, y uno espera que el otro corresponda en intensidad, con las misma voluntad de encuentro. Sin embargo, la posibilidad de discrepancia puede hacer parecer a ese otro, aunque amado, un enemigo en las batallas de la noche.

    El deseo se reitera, y no puede ser de otra manera. Son varios los versos que comienzan con “mi corazón” y muchos otros expresan así ese mismo elemento para referirse a lo pesado de la espera, a la longitud de esa caída al vacío que es anhelar encontrarse con el otro. “Me siento en la orilla de mi cama y miro al techo,/imagino cómo medir el número de leones en mi corazón”, dice el amante a quien Pérez Torres hace hablar.

    El vacío por el que cae el amante tiene el tamaño del cuerpo del amado. Se le siente infinito, como esa hambre de león que mientras no haya encuentro y la búsqueda siga, será inmitigable y más bien aumentará. Búsqueda a la que se sale como a la guerra: con una mezcla de valentía y temor, así como con objetivos claros.

    La sugerencia en este libro de poemas es que debemos desear y buscar hasta que los ojos nos huelan a medianoche. Casi a muerte. Porque el autor, siguiendo a Lacan, sabe que para vivir, para mantenerse vivo, hay que mantenerse también en falta. El hambre de la que habla este libro es de la que no puede ni debe extinguirse, porque eso significa estar muerto: sólo los muertos no desean. “No hay ternura en el foso de los leones,/ los hombres han muerto ahí durante años:/ es un cementerio de lo que más amé,/ con los huesos secos he formado palabras para defenderme”, dice el poema XIX de La heráldica del hambre, libro que ganó del Premio Nacional de Poesía Ydalio Huerta Escalante en el año 2016.

    Que el deseo nos permita siempre ser tan valientes como el domador de leones, que les detiene la mandíbula en pleno rugido y mete la cabeza a sus fauces, como Sergio Pérez Torres hizo en La Heráldica del Hambre.

     

     

    Título: La Heráldica del Hambre
    Autor: Sergio Pérez Torres
    Año: 2019
    Edita: Carruaje de Pájaros / UANL

     

     


     

    Paulino Ordóñez. (Monterrey, 1974). Psicólogo clínico; escribe poesía y narrativa. Ha escrito los libros para niños ¡Otra vez ese tal principito! (2001), La palabra espuma (2008) y Paulo va a la peluquería (2019). En poesía, ha publicado la plaquette Veinte minifaldas (2011) y los libros Multitudes (2012) y La cópula (2012). También es autor del libro de cuentos Party Padre Style (2017).