Editorial: febrero 2024

En febrero de 2024, invitamos a escritoras y escritores y también a personas becarias del Centro de Creación Literaria Universitaria a repensar el verbo mentir. ¿Por qué declaramos lo contrario a lo que sabemos, a lo que pensamos y a lo que sentimos? Acaso, ¿hay una sola manera de saber, pensar y sentir? La verdad es un término que puede ser complicado a nivel filosófico y, por lo tanto, personal. Según Kant, un deber perfecto es «no mentir» y Ricoeur hablaba de la sospecha como un problema relacionado con «la mentira de la conciencia, la conciencia como mentira». ¿Qué encontramos al respecto? Adelante con los textos de este mes.

En el cuento de Lupita Zavaleta, nos encontramos con la interesante dinámica de las relaciones contempóraneas: «A veces nos contestábamos las historias de Instagram. Yo posteaba mucho sobre mis clases y mis horas muertas en la oficina, supongo que eso le daba igual. Ella solo le ponía fueguitos a mis fotos nocturnas. Yo le mandaba estrellitas a todas sus selfies. No habíamos tenido una conversación hace mucho tiempo».

Coral Aguirre nos comparte un texto de largo aliento sobre la creación de mujeres escritoras: «Elegirse a una misma es ejercer la libertad con vistas a devenir quizás más sola pero también más plena.»

Paulina Villalpando mira hacia el pasado para exponer cómo la mentira construye nuestra identidad: «Suprimimos partes de nosotros para protegernos, nuestra identidad se forma con lo que somos y lo que dejamos de ser, con las mentiras que hemos de aceptar como verdad.»

En los versos de Mercedes Luna Fuentes, nos topamos con la vergüenza de la mentira: «es calor inexplicable en las mejillas / al escuchar a mi voz decir sí».

En una indagación sobre la autoficción, Donnovan Yerena apunta: «A veces me pregunto si realmente estamos respirando, o solamente fingimos hacerlo para mantenernos con vida».

Felipe de Jesús Saavedra Martínez se pregunta si: «Tal vez sin la mentira ya estaríamos extintos o tal vez la mentira será lo que lleve a nuestra especie a la extinción.»

Diana Garza Islas nos invita a transfigurarnos en un simulacro de verdades y mentiras: «Entonces, empecé a conocer las cosas / ¿desde cuándo existes, color rojo? / ¿es verdad ese tu color?».

La poeta Yaroslabi Bañuelos nos comparte un par de poemas inéditos: «Quisiera entregar un poema sobre el perdón y sus victorias / sin embargo, en el fondo de mis huesos / yo también hubiese apostado por abatir los terrores, por lo menos / con un puño de palabras».

Del libro ganador del Premio Nacional de Cuento José Alvarado 2022, tenemos un cuento de Carlos Vadillo Buenfil: «La primera mutilación de “Caraevieja” provino del azar. El primer cohete lanzado en honor al Señor del Gran Poder ocasionó que “Cucho” atrapara entre sus fauces el pie derecho del hombre dormido en la hamaca.»

Lucía Yépez crea un juego lingüístico mediante la fonética, palabras que se van uniendo para llevar el ritmo de los poemas junto con los espacios en blanco, las diferentes alineaciones de los versos y otros aspectos de una forma que toma una estructura propia. La selección que presentamos sintetiza la temática del poemario, la unión de lo sagrado y lo profano, el erotismo y la espiritualidad, la pasión y lo adictivo que se puede volver lo que vemos como divino.

¡Nos leemos pronto!

El equipo editorial.

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