Liberarse

Cinthia Alicia Soto

 

Vivir en un constante sube y baja de emociones, situaciones y experiencias en una sociedad que se encarga de estigmatizar las conductas, los pensamientos y deseos provoca angustia en cada una de nosotras. Por lo tanto, existe un anhelo por poseer una vida satisfactoria que pueda esfumar el pulsante vacío que habita en los distintos cuerpos y que no son dichos por el miedo al rechazo.

A través del libro 63 señoritas condenadas a la desolación, Erika Zepeda responde a esta circunstancia, y a la insaciable necesidad de llenar los huecos de la rutina, desde los cuerpos de las mujeres como espacio de pronunciamiento. Zepeda presenta distintas historias que se tambalean entre dos mundos, uno real y salvaje, otro ficticio y mágico, que se complementan al narrar sucesos sociales, personales y psicológicos que atraviesan las protagonistas.

La desdicha es representante de la narrativa del texto, puesto que, mediante las palabras, en cada historia se distingue el trágico destino que recorren las sesenta y tres mujeres, cada una con edades diferentes, con vidas que se trazan con distinto color, con un ansia por poseer todo y nada, por el desconocimiento de saber quiénes son, a dónde van y qué es lo que con exactitud esperan de su vida

Tal y como su título lo indica, el libro se divide en 63 relatos que son nombrados como señoritas, estos se encargan de contar temas que resultan inquietantes para aquellos ojos que siguen sin acostumbrarse a la crudeza de la experiencia femenina, incómoda para quienes se dejan guiar por lo que dicta la sociedad y verdadera para las mujeres que han atravesado por lo mismo. 

Las tramas abordadas en el libro son variadas, se dividen entre: la maternidad no deseada, los estándares de belleza, la monotonía, la presión de la sociedad, infancias robadas, futuros inciertos, el pesimismo, abusos sexuales, amnesia, el embarazo a temprana edad, el matrimonio, la soledad, suicidios y toda clase de experiencias de pesadumbre a las que se enfrentan las mujeres.

Cada señorita tiene su propia personalidad, por ejemplo: algunas son sumisas, otras fuertes y la mayoría son desoladas. Con lo anterior, se niega la falsa creencia que la mujer cuenta con más ventajas por su condición física y que todas siguen una misma línea; es decir, proyecta una nueva cara, auténtica, de la experiencia femenina. El libro es una crítica hacia la sociedad y hacia nosotras mismas, que se refleja de forma contundente en las protagonistas y en los contextos en donde se desarrollan sus historias.

Por un lado se muestra que todas las señoritas son víctimas que se encierran en su mente y cuerpo, pero señala su contraparte, algunas de estas chicas son victimarias que prevalecen por la obsesión de triunfar, de controlar y dar a conocer que son más de lo que aparentan. Pero, de nuevo, cada una de ellas se entrelazan por dos condiciones: ser mujer y la infelicidad. 

En señorita 16 se describe las responsabilidades que tiene una mujer, la presión que siente por ellas, cómo la persiguen hasta generarle cansancio y dolor. Este relato resalta con profundidad la carga emocional y social de una mujer, la intranquilidad que la asecha y la presión de asfixia por sus propios pensamientos.

Cuatro señoritas más adelante, en la número 20, se localiza a una madre que permanece en la desdicha e insatisfacción de su vida. Sin saber que más hacer para cambiar su rutina diaria y darle un nuevo sentido a su existencia, la mujer comienza a autolesionarse después de su trabajo. El final puede ser predecible después de leer el desarrollo del relato; sin embargo, no deja de ser brutal.

63 señoritas condenadas a la desolación arrastran un pasado, un presente y un futuro que se centran en una verdad oculta entre palabras controladas, cabelleras silenciadas, sueños sin cumplir y corazones moribundos. Es gritar aquello que se guarda en el fondo de la garganta sin el temor a ser juzgadas, es enseñar al mundo la insatisfacción femenina y las consecuencias de ello, es señalar lo que es ser mujer y sus múltiples rostros. Sin remordimientos, el texto abarca a todas las mujeres, desde las que salieron de las reglas establecidas hasta las que se quedan estancadas en el papel determinado por el sistema patriarcal. Los relatos arden en rechazar los estereotipos femeninos al detallar las negativas de ser una madre sin desearlo, de pertenecer en la brecha de ama de casa dócil, de esposa, de hermana, pero, sobre todo, se manifiesta el descontento de lo que no podrá ser.

Es posible que para algunos lectores el libro sea pesimista; no obstante, puedo afirmar que es una demostración de un pedazo de la realidad que sienten o sintieron muchas de nosotras, es un aspecto abstracto pero legítimo que no debe disimularse más y que, por el contario, es el momento de hacer visible y perceptible la inmensidad de su presencia. 63 señoritas condenadas a la desolación puede ser un texto para disfrutar, reflexionar y aceptar las historias condenadas a finales abruptos e inescapables.

 

Título: 63 señoritas condenadas a la desolación

Autor: Erika Zepeda

Editorial: Universidad Autónoma de Nuevo León

Año: 2021

 

 

 

 

 


 

Cinthia Alicia Soto. (Monterrey, Nuevo León, 2002). Estudiante de Letras Hispánicas en la Facultad de Filosofía y Letras. Apasionada a los poemarios escritos por mujeres, cuentos infantiles e historias sin final feliz.

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