viernes, mayo 3, 2024
    acabarcomenzar

    Minerva Reynosa

     

    y comienzo aquí

    Dos son los creadores-pensadores que me remiten al inicio en diferentes momentos vitales: Octavio Paz y Haroldo de Campos. El primero, cuando cursaba la universidad a finales de los años 90 y Minerva Margarita otorgaba la totalidad de las materias de poesía contemporánea. Durante un año, formamos el grupo de estudio de la obra poética completa de Paz. Para ese entonces, el Fondo de Cultura Económica había editado el primer tomo de sus obras completas, el memorable tomo 11. El segundo, cuando terminé de escribir mi primer libro de poemas sobre Dido, la reina de Cartago. De nuevo, Minerva Margarita convocaba a sus alumnos a asistir al taller de poesía de José Kozer. Escuché en boca del mismo, inaugural, la palabra neobarroco y después un torrente de referencias que me dejaron helada. Para el último día del curso, tenía mi recién comprado Medusario y una lista de nombres que incluía por supuesto, Néstor Perlongher, Macedoni Fernández, Tamara Kamenszain, Luis Osvaldo Tedesco. En la despedida, le entregaría mi manuscrito y meses después recibí por email algunas sugerencias que me descolocaron. Me descolocó todo lo que era en el sentido neobarroco: me salí de mi centro, de mi zona de confort y desde ese entonces el acto de escritura poética es un constante y parsimónico juego con el abismo. Así, mientras la vida me llevaba por aquí y por allá, comenzaba a adentrarme a la poesía neobarroca latinoamericana. Pero no fue sino hasta el 2010 que me llegó vía correo postal a la puerta de mi casa nuevecito las Galaxias de Haroldo de Campos, traducido por Reynaldo Jiménez y editado por Roberto Echevarren. A Echevarren lo había conocido meses antes, donde me prometió enviarme las Galáxias, porque le conté penosamente que solo las conocía en fotocopias de una edición francesa que me había conseguido en uno de mis viajes.

     

    un libro donde todo sea no esté

    Absolutamente, con todas las aristas que estos personajes puedan tener, Octavio Paz y Haroldo de Campos fueron dos entes críticos, radicales, experimentales, creadores y productores de realidad bisagra; como lo fue Mallarmé en la escritura, en la transición del siglo XIX al XXI. Con el salto del siglo y después del 9/11, Eduardo Milán menciona que la poesía actual está en un momento de crisis de producción simbólica frente a la recalcitrante lógica productiva del capitalismo. Siendo entonces el poeta un mero productor y el lector sólo consumidor y ambos súper comprometidos en una estrecha relación mercantil. Menciona que alguna de esta poesía, pondera la existencia banal disfrazada de espiritual y con un lenguaje llano alejado de la intención barroca. Habrá que reparar a profundidad la propuesta de Milán, no en esta ocasión, para entender que en los últimos sesenta años del mundo, la narrativa ha cambiado y el panorama por distintas circunstancias se ha ido desvirtuado.

     

    por eso recomienzo por eso arremeto

    Pensaba y repasaba qué me detonaba el verbo iniciar. De inmediato recordé los versos de Haroldo de Campos de la primera de las Galaxias: y comienzo aquí y peso aquí este comienzo y recomienzo y sopeso y arremeto y aquí me meto cuando se vive bajo la especie del viaje lo que importa no es el viaje sino el comienzo por eso pienso por eso comienzo a escribir mil páginas escribir miliunapáginas para acabar con la escritura para comenzar con la escritura para acabarcomenzar con la escritura por eso recomienzo por eso arremeto por eso tejo escribir sobre escribir es el futuro del escribir sobrescribo sobresclavo en miliunanoches miliuna- páginas o una página en una noche que es lo mismo noches y páginas enciman ensimisman donde el fin es el comienzo donde escribir sobre escribir es no escribir sobre no escribir y por eso comienzo descomienzo por el descomienzo (De Campos, 2010, p. 21). Luego de manera automática reverberaron los versos iniciales de Blanco de Paz:

      (Paz, 1996, p. 425).

    Ese eco a su vez irradió un espacio que hace mucho no revisaba en mi memoria, otros del mismo en El Mono Gramático:

    El Gran Mono cierra los ojos, vuelve a rascarse y musita: antes del sol se hubiese ocultado del todo -ahora corre entre los altos bambúes como un animal perseguido por la sombra- logré reducir el boscaje de un catálogo. Una página de enmarañada caligrafía vegetal. Maleza de signos: ¿cómo leerla, cómo abrirse paso entre esa espesura? Hanuman sonríe con placer ante la analogía que se le acaba de ocurrir: caligrafía y vegetación, arboleda y escritura, lectura y camino. Caminar: leer un trozo del terreno, descifrar un pedazo de mundo. La lectura considerada como un camino hacia… (Paz, 1996, p. 480).

     

    Es impresionante como estos dos poetas de relación estrecha, dialogaban entre sí en un periodo temporal extenso y sobre todo, siendo parteaguas en la obra de cada uno y el panorama de la poesía de América Latina. Las Galaxias de Haroldo de Campo se publicaron por fragmentos desde 1963 hasta 1976, pero fue en 1984 la publicación de la edición brasileña. Después de una larga temporada de experimentación en el grupo Noigandres, que se centraban en la creación de poemas visuales y consideraciones muy puntuales sobre los atributos de la verbicovisualidad; Haroldo de Campos con las Galaxias regresa al poema de espesura que satura la página. Por su parte Octavio Paz, hacia 1967 publica Blanco, poema que a decir por su autor, es una sucesión de signos sobre una página única (Paz, 1996, p. 422). Poema que ha ganado muchos adjetivos, monumental, múltiple, traumático, luminoso, astral, abrumador. Poema que invita al viaje inmóvil cerca y acerca de la palabra y del lenguaje. Posteriormente, El Mono Gramático es un poema que trata sobre el escribir mientras se sigue el camino para llegar al templo de Hanuman, en Galta, Jaipur; al noroeste de India. Que parafraseando a Octavio Paz en los comentarios preliminares, este caminaba, escribía, se perdía en vericuetos y regresaba al comienzo del viaje, el viaje del texto, del camino. Un texto que iba girando sobre sí mismo, versaba sobre sí mismo. Su texto no iba a ninguna parte salvo al encuentro de sí mismo, que era el mismo poeta. Dice Milán: la poesía es el arte de la memoria. Memoria en su función dinámica de rehacer (y en la medida de ello reactivar) historia. La memoria como forma de rehistorizar. En memoria se incluye todo: recordar, ver, asociar, relacionar, guardar, preservar, elegir, legar, proyectar (Milán, 2023, p. 158). Así mi acto inicial de pensar, repasar y repensar, se me vino a la memoria lo memorioso de esos poemas con los que inicié un periplo que sigo descifrando: por eso la nohistoria me descuenta o me descanta el anverso de la historia que puede ser escoria que puede ser caries que puede ser historia todo depende de la hora todo depende de la gloria todo depende de aunque y nada y nimios y raleas y nonada de nada y nulos de nones de raleas de ralo de raro y ápices de apenas y nuncas de nullus y ningunos de ninguna parte y nesgas de nulla res y ningunito de ninada nunca (De Campos, 2010, p. 21).

    Bibliografía:

    De Campos, Haroldo. (2010). Galaxias. Montevideo: La Flauta Mágica.

    Milán, Eduardo. (2014). Octavio Paz y la Poesía Concreta brasileña. En Guaraguao núm. 45 (pp. 151-73). Recuperado de: https://www.revistasculturales.com/xrevistas/PDF/89/1748.pdf

    Paz, Octavio. (1996). Obra Poética I (1935-1970). Obras Completas Edición del Autor. Tomo 11. Col. Letras Mexicanas. México: Fondo de Cultura Económica/Círculo de Lectores.

     


     

     

    Minerva Reynosa. (Monterrey, México; 1979). Poeta y gestora cultural. Ha publicado los libros de poesía: Una infanta necia (2003), Emötoma (2007, Premio Carmen Alardín 2006), La íntima de las cosas (2007), Atardecer en los suburbios (2011), Fotogramas de mi corazón conceptual absolutamente ciego (2012), Mammut (app de videojuego, 2015), la traducción de Photograms of my conceptual heart absolutely blind, realizada por Stalina Villarreal (2016), Mammut & Jinba-Ittai (2019), Larga oda a la salvación de Osvaldo en co-autoría con Sergio Ernesto Ríos (2019), iremos que te pienso entre las filas y el olfato pobre de un paisaje con borrachos o ahorcados (2020) y Lo mejor que damos. Antología personal (2022). Su obra ha sido traducida al alemán, inglés, sueco, ruso y francés. Se ha presentado en congresos académicos y festivales de literatura en México, Cuba, Colombia, EUA, España, Francia, Alemania, Marruecos, Suecia, Rusia y Finlandia. Premio Regional Carmen Alardín 2006 y Premio Nacional de Poesía Clemencia Isaura 2020. Actualmente colabora con Benjamín Moreno en el proyecto de experimentación textual, visual y tecnológico Benerva! Es docente online, consultora de literatura, gestora de distintos proyectos de sensibilización de la poesía y pertenece al Sistema Nacional de Creadores de Arte.

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