miércoles, mayo 1, 2024
    Editorial: junio 2023

    Este mes, invitamos a escritores y becarios del Centro de Creación Literaria Universitaria a crear en torno al verbo refrescar. ¿Cómo contrarrestamos el calor y saciamos la sed? Tomar agua o sentir el paso del aire son acciones tan cotidianas que parecieran solo hacerse conscientes ante necesidades urgentes.

     

    Con Éramos un balneario, Iveth Luna Flores presenta en forma de poema los cuerdos de un balneario desaparecido. “Tenía yo un balneario en verano, / las pocas lluvias que dejaban / hilitos de agua sucia por las calles de mi barrio, / tenía refrescos baratos, mangonadas,”. 

     

    Por medio de ¿Desde dónde escribimos?, Minerva Reynosa reflexiona sobre los efectos de la frontera en la escritura. “Poemas fronterizos, poemas mexas, poemas con la doble nacionalidad, poemas con tarjeta de permanent residence o mejor, poemas con pasaporte de ciudadanía libre”.

     

    Resistir a los cambios de temperatura puede resultar más complejo para la mente, que para el propio cuerpo. Efrén Ordóñez Garza lo reflexiona con su texto Las ramas torcidas de Bob Ross. “La escritura en el calor se ha vuelto, en los últimos veinte años, en un mientras logro escapar de la eterna canícula. Los años de creación han transcurrido con la promesa de algún día hallar el ambiente idóneo”.

     

    José Carmen recrea con palabras en Tsssht una escena clásica en los espacios de ambulantaje los días de calor. «¿A poco no los mejores placeres son los más simples? La caguamita banquetera, unas ricas tostaditas preparadas, el tepache de Don Pepe”. 

     

    Titulado Ctrl+r: en la multitud nos volvimos a encontrar, el texto de Luis Mendoza Ovando nos lleva al recorrido continuo de una página web que se actualiza. «Apenas estamos reconociendo la web de nuestro presente tras un glitch que nos duró varios años. Primero y obviamente con nosotros mismos, con nuestra red cercana, pero también en términos masivos”.

     

    Paulina Villalpando analiza los defectos de sus recuerdos y mira hacia lo extraviado en Por las noches me arropa la brisa sagrada del desierto. “Si de algo estoy hecha es del polvo de la tierra de mis padres, la misma tierra que se enterraba bajo mis uñas, que se metía a la casa por puertas y ventanas”.

     

    El fin de la (re)frescura es un texto de Felipe de Jesús Saavedra Martínez que invita a a la reflexión sobre la amenaza de un mundo sin suficiente agua para la supervivencia de la humanidad. “¿Qué haríamos si de repente descubrimos que la bebida que amamos es fabricada con lo que se exprime de los cuerpos de algunos desahuciados, cadáveres y suicidas?”.

     

    Durante la FILUG, se realizó la entrega del sexto Premio Jorge Ibargüengoitia de Literatura, que en esta edición, fue otorgado al poeta jalisciense, Ricardo Castillo. Al respecto escribe Anuar Jalife Jacobo en Ricardo Castillo: el cronista y el médium. “Como todo gran poeta, ese camino de crítica de lo hecho o lo heredado y de indagación en el presente, lo ha retomado en cada nueva empresa poética en la que se ha embarcado”. 

     

    También aparece un fragmento de Notas sobre silencios, de Elisa Corona Aguilar. “¿Cómo dirigir el silencio en medio de este caos, donde el cuerpo es dirigido por el impulso contradictorio de la acción y de la escucha?”.

     

    Mismo caso con Una casa con jardín, de Itzel Guevara. “Hay cosas que nada más están de adorno, que dicen que sirven para algo pero en realidad nunca se usan, como los cinturones de seguridad y como nuestra pistola”.

     

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    ¡Nos leemos pronto!

     

    El equipo editorial.

     

     

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