lunes, abril 29, 2024
    Poemas de Lucía Yépez

    Fantasmas de arena

    no sé si entrél y las golondrinas se perdió el verano
    el mistral en su cólera lo agarra todo se lleva todo cuentas
    y como cada noche los perros desgarran la tela del conjuro
    indagan la estirpe de las sombras
    y coronado de cristales salmodiando advertencias
    con desenterradas melodías antiguas
    alguien con una lleva oxidadabre la puerta
    que sellaste con tus huellas
    y la madera cruje bajo sus pies

    la lunalumbra el cielo del arcano

    ahora ya no eres lo que fuiste lo que serás
    desde tu nacimiento a tu muerte
    para qué confesarse y comulgar en una ciudad que se desvae

    y donde el resplandor de Dios no se ve?

    el mistral golpea los ventanales
    los sicomoros la fachada de la iglesia loyes?
    hay algo en él algo en su fuerza que golpea rabiosa
    el Ródano se aleja bajo el puente y no sé dónde estás?
    en vano te invoco en medio de una muralla

    de fantasmas hechos de arena

    la rabia del mistral
    el puente que se ahuyenta
    la ciudad que se borra
    Dios dónde estás?
    qué te impide llegar?
    ven que quiero sentirte bien desnudo
    en la entrega destructora de tu cuerpo
    porque vas a luchar tu lucha en mí

    (animales desafiantes astros sanguinarios)

    y que tu vida y muerte se mezclen con las mías
    y en el enceguecimiento de los sentidos
    seremos tan solo carne abierta
    hecha interrogación vuelta a las nubes
    dioses cogiendo en un abrazo

    la redondez infinita

    del Universo

     

     

     

    Código sacro

    Lo supe desde que te vi eres parte de un todo en otro reino

    el genio clandestino

    descubridor deshojador de nuestros sueños y vigilias
    hasta el último pétalo hasta el estremecimiento inmóvil del silencio
    y no removiste hurgaste
    arañaste el revés y el derecho del destino
    con la ilusión de hallar el cristal
    que te permita mirar al otro lado
    encontraste el cómo cuando y a quién?
    fuiste a la vez el que asedia y abandona su presa?
    yo no te mostrarél camino hacia la horca y el Gólgota

    rey de todas las cosas y la nada

    sé tú el primero en descubrir las ruinas
    de nuestra vieja taberna (monumento fúnebre de la juventud)
    no sé si lo habrás logrado
    tampoco sé si tu mirada sea esa mirada circular del ágata
    que poseel fulgor de más allá del mundo
    pero faltan siempre noches por descubrir
    y sobran emboscadas y ausencias
    nada valen exorcismos ni probarse a
    cada mirada soles y lluvias de siempre jamás
    el viento del Norte sopla (en la hora de la hora) en lo más negro
    de algún bosque invernal donde aúllan los lobos
    qué de ti quedó en esa memoria donde giran los vientos?
    qué imagen tuya nace con el alba y hace del enamorado la noche?
    la verdad es que solo esa historia incierta

    en que la noche todavía no es día

    es perfecta para que te inclines sobre mi cuerpo

    y mestreches a tientas

    ámame con manos desdos voz y pensamiento
    bajo los truenos que rugen lejos como salidos de una catacumba
    descalzo y desnudo (rey destronado) te digo

    es nuestra primera tormenta

    tu pecho (cuando truena el cielo) refugio

    donde me oculto con mis tempestades

    y el grito irredento de mis deseos
    solo en tu cuerpo pagano (santuario de ritos druidas)
    este amor

    será escrito con sangre

    sangre de mis entrañas

    clave secreta

    código sacro

     

     

    Solo uno más

    solo un trago nada más uno solo

    y podré seguirte hasta la otra orilla

    cubierto de cicatrices
    pero aunque sé que dije solo un último trago

    solo fue por puro instinto

    para que cada sorbo me proteja de la tentación

    de romper vidrios y mentar madres

    al recordarte en el fondo de una botella de tequila

    porque esa es mi condena

    y tu pena recordarme recordarnos
    quiero dejar de pensarte una y otra vez y la última vez
    y en un largo lamento decirte adiós
    para olvidar hasta tu sombra y no volverte a ver
    hasta dónde llegamos?
    en nuestro relato no hay invencibles caballeros

    castillos                     ni fortalezas

    y no sé si giro en redondo
    o solo camino haciendo eses por este enmarañado sendero
    donde se cruzan los vientos en todas direcciones
    tapiándome la salida
    y tal vez volver atrás sea como perderte dos veces
    no habrá copos de nieve cayendo en ninguna parte
    tampoco podrás renacer de nuevo como flor cerrada
    entonce vueltos hacia esta pared
    donde la realidad sescribe

    no tendremos marca de predestinación

    cómo explicar el azar?
    estás más desnuda que mi alma entre mis propios huesos
    oficias el misterio de la inmortalidad y la carne
    me dejaste señalado quizá para siempre
    y no podrás hacer ya de mi vida un cuento.
    donde la muerte baile (animal desnudo)

    con las manos en mi garganta

    por eso un trago solo uno
    porque cuando descubra otra vez tu ausencia
    sabré que muero en las horas de otros hombres
    ahí en aquella tierra donde ya no podrás ser la protagonista

    de un inacabado pasado

    sino el rememorado perfume de una insistente despedida
    impartida por apremiante sacramento no habrá nadie que reclame
    por mí a nombre de un fragmento intruso en tu imperfecta historia
    ay si pudieras poblar al mundo como Dios
    y en el séptimo día un reino crear
    resucitando el polvo y el resplandor primero
    no quiero terminar siendo un maldito
    ni encender en una lápida sin flores
    la luz de una lágrima
    no quiero morir como mueren sin luna los lobos

    yo esperaré a la implacable con los ojos terriblemente abiertos
    entre la estampida de una bala
    y el estruendo de un galope
    lo sé           por eso

    solo quiero un poco más

    solo un trago

    uno solo

     

     

    nada más

    Una vez más

    Ex reina de arma blanca nigromante a mansalva y puñales
    oh perpetua     vengo a clamarte
    a que me contemples entre cristales
    en la Sala del Fin del Mundo para que restaures
    mi obscuro desequilibrio que me perturba y abrasa
    dóndescondes reina de los siete puñales la vida
    cuándo mis manos de llamarada
    te encienden

    y rosabajo te despetalas?
    de qué carajos sirvió todo el amor?
    y tal vez sea lo único que no debí preguntarte pero quiero saber
    con qué me llenas cuando estás a mi lado y tu mirada mencuentra?
    no sé qué palabras inventas bocarriba
    cuando nos deshacemos solo para rehacernos
    no puedo descifrar las señales que no fueron costumbre
    traspasaste la zona de los delirios donde la jungla
    y sus acechanzas se confunden
    y entre un cuerpo y su sombra se vuelcan veinte siglos de historia
    tu fuerza fue habitar el reino del nunca
    la casa de los innumerables laberintos y malas noches
    por donde pasa el áspero viento cada mañana
    después de cada noche
    dese ensayo general de los actos del acto
    qué pasó entre nosotros?
    qué dolor acre o fuego helado cuyo origen ritual se ha olvidado
    y cuando esto sucede y ya estás desvestida
    y hay un hombre dispuesto
    a rehacer una vez más esa historia que más que las otras
    comenzó en el Génesis

    no quedan

    sino preguntas

    nuncamases

    jamases

    parasiempremente

    terminado

     

    Del libro Pero qué maldita necedad de perder el amor, de Lucía Yépez (Fondo Editorial de Nuevo León y UANL, 2023)

    Artículos Relacionados