martes, abril 30, 2024
    Los lenguajes prestados

    Muestra de poemas de alumnxs del taller de Iveth Luna Flores.

     

     

    Me parece que hay miradas que forjamos desde la infancia y poco a poco vamos olvidando. Aquellos primeros hallazgos, la altura de nuestros padres y la cercanía con que sentíamos a nuestras madres, siguen encarnados en nosotrxs, se vuelven lenguajes. En mis talleres de poesía me gusta que exploremos, a través de ejercicios de memoria y de imitación, esas miradas primigenias. Recordar lo que vimos, escuchamos y sentimos para hacer más consciente de qué lenguajes estamos hechxs. Saber que podemos tomar prestadas las palabras de nuestro pasado y aprender a enunciar las del presente. La muestra que presento a continuación son algunos de los poemas que escribieron lxs poetxs de uno de mis grupos. Cada unx con su registro, su territorio, su memoria y su sensibilidad, creó un imaginario único que trajo a su poema. Espero que les guste. 

     

    Iveth Luna Flores

     

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    Sueños de sal

    Day Cuervo

     

    Mis veranos favoritos son 

    en los que hay días de playa

    y sueños de sal,

    la arena esponjosa, 

    casas de palma, 

    y la pesca del día

    (saca sus entrañas,

    y quita las espinas)

     

    Recién cumplí ocho años,

    los adultos creen que soy

    solo una niña pequeña

    con ojos bonitos  

    (entiendo lo que ellos no)

     

    Mamá sale con un hombre mayor, 

    no por amor, sino por ayuda

    (en el tarot,

    el caballero de espadas,

    anuncia su llegada)

    Abuelo se marchó 

    como el padre que no conocí

    aún​ culpo a mis estrellas

    (sueños de sal,

    los fantasmas no llaman

    ni cruzan fronteras)

     

    El agua es profunda

    (escucha con atención)

    el sonido del mar,

    (una canción de cuna, 

    un cuerpo de arena)

    hace dos lunas

    liberé una tortuga

     

    Abuela llora por las noches, 

    abraza su almohada 

    y platica con Dios

    (testigo ocular de paisajes

    lejanos)

    Mi tía se volvió azul

    desde que su barriga 

    se partió en dos, 

    la maternidad

    no era lo que esperaba

    (en el tarot, 

    el ahorcado habla sobre

    la fuerza interior) 

     

    Las olas, monstruos gigantes

    (devoran y escupen)

    en ellas perdí a mi mejor amiga

    Tristeza, desolación, abandono 

    todas palabras muy grandes

    para una niña

     

    El verano acaba,

    empaca tus cosas

    (sueños de sal, 

    ¿a dónde vas?

    si los cuervos no migran)

     

    (en el tarot, 

    la torre se rompe, 

    nos llenan sus ruinas)

     

    Day Cuervo (ella) nació en el mar en 1997. Escribujante de sentires. 

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    Inicios del amigo imaginario

    Angeles Eunice 

     

    Todos los días en el recreo

    corro a esconderme 

    al corazón de la escuela,

    es un hueco profundo 

    con suelo de hojas muertas,

    en su centro hay un árbol

    y del árbol cuelga un columpio

    con brazos de cuerdas flojas

    y asiento de madera.

     

    Todos los días en el recreo

    repito una dos tres veces

    la advertencia de madre:

    los amigos no existen 

    el amor es la familia.

    Y corro a esconderme

    al corazón de la escuela

    para no caer rendida

    ante la risa de otros niños

    estatuas y bebe-leches. 

     

    Yo sé que los amigos existen

    lo descubrí en el salón

    cuando dos niñas

    se lanzaban notitas

    acariciando sus secretos

    con los ojos,

    también sé que no todo

    lo que existe es bueno

    y que madre sabe 

    qué es mejor para mí.

     

    Por eso me quedo en el hueco

    esto que llamo corazón

    es un pedacito de misterio,

    en cada espacio sin

    primos ni hermanos

    escarbo lugares

    para huir de los amigos.

     

    Corro al corazón de la escuela

    y en él juego sola, me pregunto

    qué cosas le hicieron

    los amigos a madre.

    También me pregunto

    quién colgó el columpio

    en este árbol oculto

    donde el aire no se asoma

    ¿vinieron otros niños aquí?

    ¿también estaban solos como el árbol?

     

    Quién colgó el columpio,

    eso no lo sé, pero

    seguro pensó en

    los que somos solos

    los que no son si no es

    en familia,

    con culpa le quiero 

    y guardaremos un secreto,

    que no se entere madre

    que con él hablo, 

    y que él es

    mi mejor amigo.

     

    Angeles Eunice (Monterrey, 2000). Soy actriz de vez en cuando, barista de medio tiempo, cuentacuentos, co-jugadora para el desarrollo de infancias en espacios artísticos y multidisciplinarios, a veces escribo y canto.

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    Olor a sopa

    Mariana Luna Domínguez

     

    A medio día 

    el olor a sopa se impregnaba en mi memoria 

    y el amor de abuela se transformaba 

    en fluidos y almidones. 

    ¿Se puede saborear un recuerdo?

     

    Letra, munición, codito. 

    No 

    Desde la cocina  

    se quema en cada fogón 

    la intención de salvaguardar conocimientos

    y llena de líquido mi tazón de curiosidad. 

    ¿Se puede masticar el deseo?

     

    Fideo, tallarín, espagueti.

     

    Disfruto el sorber en cada cucharada 

    la sensación de libertad  

    y calentar en cada soplido 

    la idea de un hogar 

    en la que no se evapora la ternura 

    y se enfríe el cariño.

     

    Abuela,

    enséñame a preservar sueños 

    en ollas con caldos suculentos 

    y recuerdos comestibles. 

     

    Mariana Luna Domínguez (Ciudad de México, 1996) nutrióloga de profesión, amante del pan dulce y las historias en torno a los alimentos.

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    Otoño

    Diego Reyes

     

    tú, amor mío

    que has vivido siempre en primavera

    con esos ojos que no conocen el frío

    en donde el sol nunca descansa

    y la noche dura sólo un instante,

    temo decirte

    que nos enamoramos de las hojas 

    que adornaban nuestro tronco

    pero no contábamos con el otoño,

    seguimos engañándonos

    recogiendo las hojas secas del piso

    y la única certeza que aún me queda

    es que las hojas que me restan

    no tardarán en volver a caer.

     

    Diego Reyes (CMDX, 1985). Fundador de @Hallazgos.Editorial, un espacio para la difusión de literatura contemporánea. Lector de tiempo completo y comunicólogo por supervivencia. A veces escribo poesía.

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    La náusea no es polizón

    Renata Uribe Sánchez

     

    Sufro el vértigo de sacudimientos aéreos,

    atravesar las nubes 

    como una bocanada

    de aire blanco 

    de maleza eólica

    Tu presencia rebasa 

    la náusea que me hostiga en cada vuelo,

    tomas mi mano

    y mientras las toberas 

    despojan raudales de viento

    en energía,

    me sostienes

    Lees con la derecha

    pero apenas si puedes pasar de página 

    con dos manos atadas en mi vendaval,

    Y por primera vez 

    la náusea no es polizón 

    en las alas del avión,

    voy sentada en el aire

    plácida 

    y mi miedo está en ti.

     

    Renata Uribe es Ingeniera en Ciencia de Datos y Matemáticas. En 2022 fue ganadora del concurso de ensayos sobre Elena Poniatowska del ITESM. Es parte de la Antología Liminales II de Casa Futura Ediciones. Sus cuentos, ensayos y reseñas literarias han sido publicados en revistas como Espejo Humeante, Este País y en la Revista Campus Cultural del Tec de Monterrey.

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    Memoria

    Cristina Underwood

     

    Siempre quise ser más esbelta,

    tener la nariz pequeña y

    un cabello fácil de peinar.

     

    Tener más amigos,

    mejores calificaciones,

    entender al mundo.

     

    Deseaba eliminar el miedo,

    entrar a casa sin malestar,

    sin aquel ruido estridente

    de mis entrañas, 

    sin el vértigo 

    del miedo,

    sin el sudor en mis 

    manos y mi espalda.

     

    Quería alzar la mirada,

    y encontrar a mamá

    sin la rabia acumulada

    ni el odio animal,

    cambiar el humo del cigarro

    que salía entre sus dientes

    por una sonrisa.

     

    Poder confiar en ella,

    abrazarla y decirle

    que yo no era papá,

    que no era mi culpa

    heredar su miopía 

    y su paso lento.

     

    Quería sentir una caricia,

    silenciar su repulsión.

     

    Cuánto pavor

    le tuve.

    Cuánto pavor

    le tengo.

     

    Cristina Underwood (Santiago de Querétaro, 1991) Comunicóloga y escritora. @anaunderwood

     

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    Tapanco

    Paula S. Miranda

     

    Tres hermanas, tres verdades,

    el tapanco de nuestra casa rentada

    llena de armarios negros y fantasmas; 

    el rincón más remoto e inexplorado

    fue el que escogimos como refugio 

    porque los adultos no cabían parados

    y les daba flojera arrastrarse por la alfombra.

    Guardábamos muñecas y disfraces, 

    paquetes de galletas, juguitos y un montón de inocencia;

    todo lo que en el barullo de la noche no valía nada.

     

    El primer piso, un campo minado;

    había que caminar de puntitas para no detonar

    las bombas de tiempo que mamá enterró

    en sus más profundas heridas curadas

    con vodka, polvos mágicos y

    botellas estallando contra la pared.

    A veces crecían flores hermosas en el silencio

    que invadía el espacio tras la explosión, 

    otras, nos tocaba recoger los restos de nosotras mismas entre el escombro

    de vidrio roto y olor a adrenalina.

     

    Sabíamos que la perplejidad se derretía

    en el mundo fantástico del tapanco;

    que juntas éramos invencibles;

    que papá regresaría de su viaje

    y no todas las noches serían de caos.

    Porque conocíamos el otro lado de mamá,

    un paisaje al amanecer,

    la más tierna paleta de colores,

    un álbum de risas y canciones de amor.

    La esencia de una casa medio feliz y

    una familia que no sabe más que cojear. 

     

    Paula S. Miranda (CDMX, 1996) Actriz, emprendedora y fanática de las letras. No soy escritora, y aunque hace mucho que no actúo, me encanta el cine y siempre estoy abierta a proyectos que me prendan. Hoy me encuentro viviendo en Pittsburgh, trabajando en desarrollar un negocio propio. Lo que más me gusta hacer en mis ratos libres es escribir y tomar fotos. 

     

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