Poemas de Lucía Yépez

Fantasmas de arena

no sé si entrél y las golondrinas se perdió el verano
el mistral en su cólera lo agarra todo se lleva todo cuentas
y como cada noche los perros desgarran la tela del conjuro
indagan la estirpe de las sombras
y coronado de cristales salmodiando advertencias
con desenterradas melodías antiguas
alguien con una lleva oxidadabre la puerta
que sellaste con tus huellas
y la madera cruje bajo sus pies

la lunalumbra el cielo del arcano

ahora ya no eres lo que fuiste lo que serás
desde tu nacimiento a tu muerte
para qué confesarse y comulgar en una ciudad que se desvae

y donde el resplandor de Dios no se ve?

el mistral golpea los ventanales
los sicomoros la fachada de la iglesia loyes?
hay algo en él algo en su fuerza que golpea rabiosa
el Ródano se aleja bajo el puente y no sé dónde estás?
en vano te invoco en medio de una muralla

de fantasmas hechos de arena

la rabia del mistral
el puente que se ahuyenta
la ciudad que se borra
Dios dónde estás?
qué te impide llegar?
ven que quiero sentirte bien desnudo
en la entrega destructora de tu cuerpo
porque vas a luchar tu lucha en mí

(animales desafiantes astros sanguinarios)

y que tu vida y muerte se mezclen con las mías
y en el enceguecimiento de los sentidos
seremos tan solo carne abierta
hecha interrogación vuelta a las nubes
dioses cogiendo en un abrazo

la redondez infinita

del Universo

 

 

 

Código sacro

Lo supe desde que te vi eres parte de un todo en otro reino

el genio clandestino

descubridor deshojador de nuestros sueños y vigilias
hasta el último pétalo hasta el estremecimiento inmóvil del silencio
y no removiste hurgaste
arañaste el revés y el derecho del destino
con la ilusión de hallar el cristal
que te permita mirar al otro lado
encontraste el cómo cuando y a quién?
fuiste a la vez el que asedia y abandona su presa?
yo no te mostrarél camino hacia la horca y el Gólgota

rey de todas las cosas y la nada

sé tú el primero en descubrir las ruinas
de nuestra vieja taberna (monumento fúnebre de la juventud)
no sé si lo habrás logrado
tampoco sé si tu mirada sea esa mirada circular del ágata
que poseel fulgor de más allá del mundo
pero faltan siempre noches por descubrir
y sobran emboscadas y ausencias
nada valen exorcismos ni probarse a
cada mirada soles y lluvias de siempre jamás
el viento del Norte sopla (en la hora de la hora) en lo más negro
de algún bosque invernal donde aúllan los lobos
qué de ti quedó en esa memoria donde giran los vientos?
qué imagen tuya nace con el alba y hace del enamorado la noche?
la verdad es que solo esa historia incierta

en que la noche todavía no es día

es perfecta para que te inclines sobre mi cuerpo

y mestreches a tientas

ámame con manos desdos voz y pensamiento
bajo los truenos que rugen lejos como salidos de una catacumba
descalzo y desnudo (rey destronado) te digo

es nuestra primera tormenta

tu pecho (cuando truena el cielo) refugio

donde me oculto con mis tempestades

y el grito irredento de mis deseos
solo en tu cuerpo pagano (santuario de ritos druidas)
este amor

será escrito con sangre

sangre de mis entrañas

clave secreta

código sacro

 

 

Solo uno más

solo un trago nada más uno solo

y podré seguirte hasta la otra orilla

cubierto de cicatrices
pero aunque sé que dije solo un último trago

solo fue por puro instinto

para que cada sorbo me proteja de la tentación

de romper vidrios y mentar madres

al recordarte en el fondo de una botella de tequila

porque esa es mi condena

y tu pena recordarme recordarnos
quiero dejar de pensarte una y otra vez y la última vez
y en un largo lamento decirte adiós
para olvidar hasta tu sombra y no volverte a ver
hasta dónde llegamos?
en nuestro relato no hay invencibles caballeros

castillos                     ni fortalezas

y no sé si giro en redondo
o solo camino haciendo eses por este enmarañado sendero
donde se cruzan los vientos en todas direcciones
tapiándome la salida
y tal vez volver atrás sea como perderte dos veces
no habrá copos de nieve cayendo en ninguna parte
tampoco podrás renacer de nuevo como flor cerrada
entonce vueltos hacia esta pared
donde la realidad sescribe

no tendremos marca de predestinación

cómo explicar el azar?
estás más desnuda que mi alma entre mis propios huesos
oficias el misterio de la inmortalidad y la carne
me dejaste señalado quizá para siempre
y no podrás hacer ya de mi vida un cuento.
donde la muerte baile (animal desnudo)

con las manos en mi garganta

por eso un trago solo uno
porque cuando descubra otra vez tu ausencia
sabré que muero en las horas de otros hombres
ahí en aquella tierra donde ya no podrás ser la protagonista

de un inacabado pasado

sino el rememorado perfume de una insistente despedida
impartida por apremiante sacramento no habrá nadie que reclame
por mí a nombre de un fragmento intruso en tu imperfecta historia
ay si pudieras poblar al mundo como Dios
y en el séptimo día un reino crear
resucitando el polvo y el resplandor primero
no quiero terminar siendo un maldito
ni encender en una lápida sin flores
la luz de una lágrima
no quiero morir como mueren sin luna los lobos

yo esperaré a la implacable con los ojos terriblemente abiertos
entre la estampida de una bala
y el estruendo de un galope
lo sé           por eso

solo quiero un poco más

solo un trago

uno solo

 

 

nada más

Una vez más

Ex reina de arma blanca nigromante a mansalva y puñales
oh perpetua     vengo a clamarte
a que me contemples entre cristales
en la Sala del Fin del Mundo para que restaures
mi obscuro desequilibrio que me perturba y abrasa
dóndescondes reina de los siete puñales la vida
cuándo mis manos de llamarada
te encienden

y rosabajo te despetalas?
de qué carajos sirvió todo el amor?
y tal vez sea lo único que no debí preguntarte pero quiero saber
con qué me llenas cuando estás a mi lado y tu mirada mencuentra?
no sé qué palabras inventas bocarriba
cuando nos deshacemos solo para rehacernos
no puedo descifrar las señales que no fueron costumbre
traspasaste la zona de los delirios donde la jungla
y sus acechanzas se confunden
y entre un cuerpo y su sombra se vuelcan veinte siglos de historia
tu fuerza fue habitar el reino del nunca
la casa de los innumerables laberintos y malas noches
por donde pasa el áspero viento cada mañana
después de cada noche
dese ensayo general de los actos del acto
qué pasó entre nosotros?
qué dolor acre o fuego helado cuyo origen ritual se ha olvidado
y cuando esto sucede y ya estás desvestida
y hay un hombre dispuesto
a rehacer una vez más esa historia que más que las otras
comenzó en el Génesis

no quedan

sino preguntas

nuncamases

jamases

parasiempremente

terminado

 

Del libro Pero qué maldita necedad de perder el amor, de Lucía Yépez (Fondo Editorial de Nuevo León y UANL, 2023)

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