sábado, septiembre 28, 2024
    Fragmento de <i>El pan del deseo</i>

    Jorge Luis Darcy

     

    ETERNIDAD
    Hablando de la eternidad
    diré que reconozco el mar
    porque termina en arena
    ahora sé que la ventana no alcanza
    que la muerte es quien insiste a la vida
    que de fugacidad está hecho lo eterno.

     

    EL PRIVILEGIO DE LA LUZ
    Se dice que de nueva cuenta
    pretende el aire asomarse por el fuego
    que la lluvia continuará sólo
    para los hostiles contornos
    que el correr sin dirección
    es la más fiel de nuestras teorías
    se dice que en la oscuridad
    un siniestro perfil acecha
    pero es en el privilegio de la luz
    donde duda la sangre
    y se sufren las preguntas
    la erosión del tiempo
    la controversia del equilibrio.

     

    ACTO DE FE
    Será posible que Dios
    me esté mirando al fin de una noche
    que ahora invada mi territorio
    justo en el momento del estimulo
    y con sigilo cuestione mis proporciones
    probando mi insistencia
    entre cosas que tienden a lo inmenso
    ahora que la voracidad contenida
    en tus ropas se desborda
    como especies y ramas cayendo
    como piedras que golpean mi destino
    de solitaria arena
    debe ser Dios quien me sostiene

    y me señala lo inaccesible para morderlo
    para besarlo repetidamente como un río
    debe ser Dios quien me llama
    a burlar los muros de lo cotidiano
    y a que forje en tu cuerpo
    mi lugar en lo eterno
    pero qué interminable eres niña
    mira que estoy tragando de mi espíritu para alcanzarte
    que se va la vida en recorrerte
    y tú que a cada instante te renuevas
    que rápido adoptas los placeres
    y yo que apenas soporto el choque de tus párpados
    cuando mi beso cumple sus afanes
    pero estoy llamado a recorrerte
    a pertenecer a tu atmósfera
    a esa distancia que hay entre un poro y el otro
    y a tus piernas infinitamente largas
    como dos silencios comunicándose
    donde he de arrojar una a una
    las flechas que me asignaron
    y a pertenecer a tu saliva
    a la magia de tu saliva
    preparada para el abismo y el ayuno
    y a tu olor natural
    valioso como la reconciliación
    y que se impregna a mi cuerpo
    como la noche a las embarcaciones
    niña nocturna
    si tan solo el mundo tuviera
    la cordura de tus uñas cuando permites y exiges
    de tan delicada violencia
    que el otoño perdería todo sentido
    déjame terminarte que estoy llamado para ti
    por inacabable que seas
    déjame recorrerte entera
    que esta noche Dios me está mirando al fin
    completar una idea

    que Dios me ha llenado de honestidad y de rabia
    de tan perversa disciplina
    que aun inmensa te miro vulnerable
    en el centro de ti misma.

     

     

    HUÉSPED NOCTURNO
    Todos los seres que me habitan
    van muriendo entre tus manos
    el mago que fui
    olvidó para siempre el camino a casa
    el administrador con su bandeja de números y cuchillos
    ni siquiera vuelve el rostro
    el coleccionista y su disfraz de bondad
    el bufón que solía cortar flores a la medianoche
    y el peón de las chimeneas
    que tiembla y se arrepiente como un dios enamorado
    todos todos los que se agolpan
    en las letras de mi nombre
    van muriendo en ti
    sin soportar que seas más inmensa que mi deseo
    si acaso en las oficinas o en algún suburbio
    yo pudiera ofenderte con mi pequeño olvido
    o si de un nuevo establecimiento
    yo tomara su naciente amargura
    y te confundiera y me escapara
    SI sólo fueran tus labios niña si sólo fuera tu cuerpo
    el caudal de tu cuerpo lo que me tiene ahora
    ya habría olvidado en otra tu cintura nocturna
    ya habría esperado tu descuido
    y en alguna sombra terminarte con mi silencio
    pero eres lo único impostergable que tengo
    lo que falta de luna y mar en mi ciudad triste
    eres la desfachatez que mi alma necesita
    para alejarse del hielo
    y la ilusión del cometa que mi corazón abriga
    por encima de todo
    pequeña de siniestras piedades
    es por mí por quien entiendes y estimas al hombre
    es por los juegos de tu lengua que completo mi abecedario

    sirena de las caricias niña náufraga
    ahora termina el credo de los suicidas
    mientras yo pago una a una tus aproximaciones
    ahora yo entraré de nuevo en ti
    queriendo cauterizar heridas
    mientras tú pretendes decidida y oscura
    sacar por mi boca el corazón.

    Artículos Relacionados